El gobierno del banquero Guillermo Lasso en Ecuador vive momentos de zozobra, justo cuando se cumple su primer año de mandato.
Un primer año marcado por un auge de la criminalidad vinculada al narcotráfico.
En 2021 se batió el récord en homicidios con más de 2.300. Más de 300 cometidos dentro de las cárceles.
Además, la economía, aún lastrada por la COVID, está afectada por una fuerte inflación, y uno de cada tres ecuatorianos vive bajo el umbral de la pobreza.
Lasso pidió en mayo la dimisión de su gabinete ante la grave crisis social, política y económica que azota el país. En total son 16 los cambios ministeriales realizados en escasos once meses.
En respuesta a la situación, ayer comenzó un gran paro nacional indefinido impulsado por la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), con apoyo de varios sindicatos y asociaciones.
Y a las horas, la CONAIE denunció la detención de su presidente, Leonidas Iza, durante la noche del primer día de paro.
La organización calificó de «ilegal» lo ocurrido y llamó a «radicalizar» la protesta.
El gobierno teme un estallido social como el de 2019, tras el «paquetazo» neoliberal del entonces presidente Lenin Moreno. Que se saldó con una decena de muertos, numerosos heridos y casi 1.000 detenidos. Además de unas pérdidas económicas valoradas en 900 millones de dólares.
