El pasado mes de agosto, CCOO convocó una serie de paros durante 9 días en los 7 supermercados de la empresa de reparto de comida de domicilio Glovo en Barcelona para protestar por según explican desde el sindicato, «los abusos por parte de esta empresa de plataforma que, por un lado, se vende como innovadora, moderna y de economía colaborativa, pero que en realidad se basa su modelo de negocio en la explotación de las personas trabajadoras».
Una huelga que según resaltan desde Comisiones «tuvo un éxito de seguimiento del 100% en todos los supermercados de la empresa de plataforma».
Como consecuencia de estas concentraciones frente a los locales de la marca y de los piquetes informativos para defender los derechos de las trabajadoras y los trabajadores, varios sindicalistas de CCOO han sido citados a juicio por denuncia de coacción.
Según ha aclarado el sindicato «las reivindicaciones de las personas trabajadoras se centraban en demandas tan básicas y urgentes como es el acceso a lavabos, fuente de agua o disponer de espacio dentro del supermercado para poder esperar los pedidos de la plataforma (hasta ese momento los repartidores esperaban a los bancos de a pie, paradas de autobuses o en las porterías, lo que generaba conflictividad con el vecindario). Para cubrir esta necesidad básica, el sindicato habilitó en junio de 2021 un espacio en la sede central de Barcelona para que los riders pudieran tener acceso a estos servicios. También se reclamaba contratación directa e indefinida de los trabajadores por parte de la empresa Glovo, el pago de los gastos del vehículo (que pone el repartidor/a), el cobro de los pluses de festivos y nocturnidad y mayor transparencia en el reparto de las propinas».
No obstante, desde CCOO también señalan que antes de los paros, hubieron dos sesiones de mediación entre la empresa y el comité de huelga, formado por personas trabajadoras y sindicalistas de CCOO de Cataluña, para encontrar puntos de entendimiento, que toparon con la total oposición de la empresa a abrir ninguna vía de negociación. Por tanto, se decidió ir a la huelga.
«Gracias a la huelga, hoy en día las repartidoras y los repartidores de Glovo han conseguido algunas de las mejoras que reclamaban, como es el acceso a lavabos, una fuente de agua, una sala en cada supermercado, contratos indefinidos por parte del empresa Glovo y el cobro de los pluses de nocturnidad y festivos. Todavía hay muchas cosas que mejorar, pero la huelga contribuyó al empoderamiento de las personas trabajadoras ya mejorar condiciones laborales básicas en esta empresa» sentencian.
Por último CCOO de Catalunya avisa de que como sindicato de clase, «estamos junto a las personas trabajadoras que más sufren la precariedad laboral y los abusos de empresas que, amparadas en el apoyo económico de fondos de inversión y en un mal uso de la digitalización, intentan acumular ganancias precarizando condiciones laborales» y advierten: «No nos dan miedo estas empresas y continuaremos para luchar por unas condiciones laborales dignas en el trabajo en las plataformas digitales».
