Mañana, sábado 23 de octubre, el movimiento feminista tiene una cita en Madrid. Más de 159 organizaciones se han adherido a la protesta por el respeto de la agenda feminista que creen se está incumpliendo actualmente desde el Gobierno. Enfrentadas a la explotación sexual y reproductiva, el borrado de la mujer o la violencia machista, estas mujeres saldrán a la calle para reivindicar la necesidad de dar un cambio de rumbo en las políticas impulsadas desde la administración. Con la intención de dar voz a sus justas peticiones, El Común entrevista a la portavoz de esta movilización unitaria que bajo el lema «La fuerza de las mujeres es el futuro de todas”, pretende llamar la atención sobre estas cuestiones.
¿Cuales son los motivos que impulsan una protesta feminista el proximo 23 de octubre?
Desafortunadamente, nos sobran motivos para manifestarnos. La violencia machista, la explotación sexual que tiene sometida a mujeres y niñas. los vientres de alquiler, las leyes de autodeterminación de género, la precariedad laboral que ha incrementado la brecha salarial entre mujeres y hombres, por todo esto y más nos manifestamos, las mujeres no seremos borradas
Dado que exigís el cumplimiento de una agenda feminista se ha de
entender que esta no se está cumpliendo, ¿por qué?
Así es, se está incumpliendo y por ello estamos sufriendo una reacción del patriarcado, emprendida por el Gobierno, los partidos políticos, los medios de comunicación y las instancias jurídicas. Es exigencia democrática que la ley nos proteja de manera efectiva frente a la violencia machista en todas sus formas y manifestaciones. En consecuencia, exigimos que se cumplan todos los convenios internacionales que tengan como objeto frenar el terrorismo machista.
¿Qué opinión les merece el actual mandato de Irene Montero al frente del Ministerio de Igualdad?
El Ministerio de Igualdad, con su ministra Irene Montero al frente, no está llevando a cabo políticas para acabar con todas las opresiones que sufrimos las mujeres por el hecho de serlo. No hemos visto políticas claras contra la brecha salarial, contra la feminización de la pobreza, con la explotación sexual y reproductiva, contra la violencia machista en general. En el tiempo en que Irene Montero lleva en el ministerio, ha estado centrada principalmente en sacar adelante una ley misógina como es la llamada Ley Trans.
Irene Montero ha convertido el ministerio para la mujer en un ministerio para cualquier cosa menos para legislar a favor de los derechos de las mujeres. En las entrevistas habla de conciliación, habla de la precariedad, de la abolición de la prostitución… pero se quedan en palabras. Ni una sola medida. Eso sí luego la vemos con una mascarilla de otros colectivos, reírse de otras mujeres con una relevancia pública o la vemos trabajar en leyes que nos borran. Las feministas no queremos postureo, queremos medidas y es urgente, porque no conseguimos levantar cabeza, nos están matando y no siguen oprimiendo.
La Ley Trans es uno de los puntos en los que el feminismo ha mostrado mayor resistencia, ¿por qué oponerse a ella?
Esta ley no aporta nada nuevo a la legislación que ya tenemos para la protección de las personas transexuales. Esta ley pretende legislar sobre auto identificaciones subjetivas: hacerlo convierte en irrelevantes las políticas públicas para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres. Los deseos individuales o sentimientos no deben de prevalecer sobre los derechos de las mujeres. El Gobierno tiene la obligación de escuchar a la razón crítica del feminismo, y parar y derogar toda legislación que ampare el género como identidad, borrando a las mujeres como sujeto político.
¿Qué pasará con las categorías femeninas en los deportes? ¿Qué ocurrirá con los presupuestos destinados a mujeres víctimas de violencia de género? ¿Cómo se gestionará la salud sexual y reproductiva en los centros médicos si el eje de la salud de estos departamentos pretende que sea en base a nuestro género o sentimientos y no a nuestro sexo?
En las últimas convocatorias contra la Ley Trans, distintos grupos transactivistas se organizaron para violentar las concentraciones, llegando a agredir en Murcia a una colaboradora de El Común, ¿temen que esto pueda repetirse?
En los territorios es una realidad las agresiones tanto por el lobby putero, como por los trans activistas. Y aun así seguimos saliendo a las calles a reclamar nuestros derechos. Son muchas las décadas de lucha donde hemos confrontado los ataques del patriarcado. Nos jugamos mucho como para no seguir respondiendo, nos jugamos el futuro de nuestras hijas e hijos, así que no vamos a dejar de luchar, no vamos a dejar de hablar por mucho que quieran callarnos. Para que dejemos de luchar tendrán que matarnos a todas (aquí me he pasado un poco, jajaja).
Si nos doblegamos a no ir por miedo a las agresiones y a las amenazas, estaremos dando por perdida la batalla en favor de los que ejercen la violencia machista contra las mujeres y que paradójicamente también niegan.
Acaba de clausurarse el 40 Congreso del PSOE en el que las feministas han luchado hasta el final por sacar adelante una postura abolicionista del género, ¿qué valoración hacéis de ello?
Podemos observar cómo las feministas estamos censuradas en muchos ámbitos y es lo que está ocurriendo en la sociedad y en los partidos políticos. Como feministas valoramos y opinamos sobre las políticas públicas del PSOE, pero sobre sus procesos internos no.
