Casi tanto como el bronce conseguido por la gallega Ana Peleteiro en la prueba de triple salto llamó la atención en España su alegría porque la campeona fuera la venezolana Yulimar Rojas. La nueva campeona y recordwoman mundial ha tenido una amplia resonancia en los medios españoles por ser compañera de entrenamiento de nuestra flamante bronce olímpica y por estar afincada en nuestro país.
Pero pocos medios españoles han reproducido una entrevista concedida en 2018, al canal público multinacional sudamericano TeleSur. «El presidente Hugo Chávez fue un pilar fundamental para el deporte en mi país», declaró entonces Rojas. «Impulsó muchos métodos para que el deporte llegara a los más bajos niveles y que los niños vieran siempre que el deporte era importante para la salud y para los valores humanos», continuó. Parece que la primera mujer en lograr un oro para el país sudamericano tiene claro que sin la labor de Chávez su éxito hubiera sido, como mínimo, más difícil. Ayer mismo recibió las felicitaciones de Nicolás Maduro en su cuenta de Twitter.
Por otro lado, nuestra nueva plusmarquista nacional gallega y medalla de bronce, se distinguió en su día por responder en Twitter a Santiago Abascal que no deseaba verlo en su tierra, y ha declarado haber sufrido tratos racistas en carne propia, algo que parecen confirmar los mensajes que ayer recibió de cuentas de extrema derecha haciendo de menos a su éxito.
Se da la circunstancia de que las tres atletas que subieron al podium en esta prueba consiguieron plusmarca: si Yulimar Rojas se convirtió en recordwoman mundial, la portuguesa Patricia Mamona, segunda, y nuestra nueva medallista batieron los records nacionales de sus respectivos países. Seguramente algo tendrá que ver la labor de otro mito del atletismo en un país socialista, el cubano Iván Pedroso, gran rival en su día de nuestro Yago Lamela, y actual entrenador de Rojas y Peleteiro.
