En el día de ayer se le hizo entrega del Premio Cervantes a Francisco Brines, último representante de la generación poética del 50 tras el fallecimiento de Caballero Bonald hace unos días. El acto ha tenido un carácter íntimo y ha tenido lugar sin discursos protocolarios. Se ha celebrado en el patio interior de la masía de Elca, donde vive el poeta de 89 años y cuyo frágil estado de salud y la pandemia del coronavirus impidieron que se desplazara a Alcalá de Henares (Madrid) el pasado 23 de abril para recoger el premio.
Sin salir de la RAE, la institución ha lamentado estos días el “daño” causado a la escritora, periodista y feminista Emilia Pardo Bazán al no permitirle ser académica por el hecho de ser mujer. El miércoles se celebraba el centenario de la muerte de Pardo Bazán y el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, ha señalado que la escritora sufrió mucho por el rechazo de la academia y por ello hoy se la ha sentado en la “simbólica” silla 47 dado que hay 46 académicos de número.
Por último, una delegación compuesta por expertos del Museo del Prado, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Dirección General de Patrimonio de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid han inspeccionado por primera vez la supuesta obra de Caravaggio que se encuentra en Madrid. El «Ecce homo» retirado de la subasta de la Casa Ansorena de Madrid y que fue bloqueado para un mejor estudio hace un mes, será inspeccionado para su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) iniciada por la Comunidad de Madrid a instancias del Ministerio de Cultura para proteger la obra.
