Colectivos feministas, convocados por Espacio Feminista Radical (EFR), se concentrarán a las 12:00 del mediodía del próximo sábado 20 de marzo frente al Ministerio de Igualdad, en Madrid, para denunciar las consecuencias de las leyes de autoidentidad y para protestar por el desprecio del departamento liderado por Irene Montero hacia las feministas.
Además, promovidos por un transactivismo que lanza ultimátums a los representantes públicos, esta misma semana varios grupos parlamentarios –ERC, Más País, CUP, Coalición Canaria y Compromís– han registrado en el Congreso de los Diputados una Proposición de Ley de autodeterminación, sin esperar al acuerdo del Gobierno sobre su redacción.
“Estas leyes pretenden blindar la autoidentificación registral del sexo”, declaran desde EFR. “Es un ataque frontal a los derechos de las mujeres en España que afectará a las medidas positivas contenidas en la Ley de Igualdad y a la recogida de estadísticas veraces acerca de la violencia y la desigualdad que sufrimos las mujeres. También vulnerará la seguridad y la privacidad de mujeres en vestuarios públicos, refugios para mujeres vulnerables como las víctimas de violencia sexual y machista, módulos femeninos en prisiones y residencias de mayores. Pondrá en riesgo el deporte femenino, convirtiéndolo en deporte mixto”.
“El género son los estereotipos, roles e ideología que aseguran la subordinación de las mujeres frente a los hombres. El género no es una identidad”, añaden. “Hacer del género una identidad por ley es socavar los logros históricos del feminismo. Y criminalizar la crítica a la identidad de género, como pretende el Ministerio en el borrador de Ley LGBTI, significa criminalizar el pensamiento feminista”.
Las manifestantes también denuncian que “la Ley LGBTI prohibirá de facto cualquier acompañamiento terapéutico a la disforia que no afirme y promueva la transición. Bajo la consigna de la “despatologización”, esta ley creará un clima de coacción entre los profesionales de la salud mental, que perderán la posibilidad de actuar según su criterio profesional. Además, el borrador permite el uso de bloqueadores de pubertad en la niñez, sin especificar la edad. Los bloqueadores afectan de forma irreversible al crecimiento y a la densidad ósea, a la sexualidad futura y a la fertilidad, convirtiendo a estos jóvenes en pacientes de por vida. La casi totalidad de los menores que son recetados con bloqueadores pasarán luego a tomar hormonas cruzadas. El feminismo no quiere ser cómplice de este experimento médico con menores a gran escala”.
Las feministas convocadas concluyen: “Como dijo Audre Lorde, tu silencio no te protegerá. Instamos a todas las mujeres a alzar la voz. Basta de persecución y criminalización del feminismo. No nos callarán».