Tras la visita de la Ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, a la frontera de Colombia con Venezuela en Cúcuta, el Gobierno de Venezuela ha advertido lo inoportuno de la visita ya que ha servido para criminalizar al Gobierno bolivariano a costa de la política migratoria de Colombia respecto a Venezuela que, el propio Nicolás Maduro ha calificado de «xenófoba».
Así mismo, Nicolás Maduro ha declarado: «Yo me pregunto qué hace la canciller de España en la frontera de Colombia con Venezuela, en vez de irse al Mediterráneo a buscar a los refugiados y a la gente que huye de África y se muere en el Mar Mediterráneo», denunciando el doble rasero que, según el Presidente, ha demostrado la Ministra española.
También Jorge Arreaza, Ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, se ha expresado en Twitter en sintonía con lo declarado por el Presidente Maduro:
El Ministro venezolano ha puesto de relieve el apoyo cómplice a la OTAN, que provoca los flujos migratorios de los que son víctimas los refugiados que naufragan en el Mediterráneo.
El Presidente de la República Bolivariana ha dado órdenes, además, al propio Jorge Arreaza de revisar las relaciones de Venezuela con España y ha declarado que «Vamos a responder de manera contundente cualquier agresión que venga. Sea de palabra, sea de acción, sea diplomática o política»
La respuesta de Laya
Por su parte, en unas escuetas declaraciones, la Ministra González Laya ha respondido a las palabras de Maduro diciendo «Yo no tengo absolutamente ninguna interpretación que hacer sobre sus declaraciones. Yo lo único que pido es el mismo respeto que ofrezco, ni más ni menos».
Hasta el momento, ningún miembro más del Ejecutivo español se ha pronunciado sobre el conflicto diplomático. Existe en las redes expectación sobre la posición de Unidas Podemos, en especial de los miembros del PCE, quienes han mostrado su apoyo en diversas ocasiones en los pasados conflictos a Venezuela ante las declaraciones o acciones injerencistas de los países alineados con la política injerencista de EEUU.
