Mientras se producen en los barrios cortes de suministro y las empresas energéticas incrementan sus precios, la oferta del fondo australiano IFM para hacerse con un 22% del capital social de Naturgy sigue su curso. La operación del fondo de pensiones extranjero supondría una venta por valor de 5.000 millones y ha provocado turbulencias en las bolsas españolas.
El Gobierno escenifica en este asunto una pugna interna en la que chocaría su pretendida vocación progresista con su dependencia de los intereses mercantiles, y así el Presidente y otros miembros del Gobierno se mostraron reticentes a la operación en los días de su anuncio, mientras que Calviño, Vicepresidenta económica, la ve con buenos ojos e incluso ha declarado que esta OPA muestra el buen estado de las empresas españolas, que a su juicio despiertan el interés de los capitales multinacionales.
En este proceso, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha anunciado que se inhibirá en el proceso de valoración del expediente, debido a que podría situarse en una situación de conflicto de intereses, dado que su marido es trabajador de la propia empresa. Por tanto Pedro Sánchez deberá buscar una persona que la sustituya en esta responsabilidad.
El proceso de valoración se debe a que el Gobierno decretó en los inicios de la pandemia, cuando las energéticas españolas y otras de sectores estratégicos vieron descender sus cotizaciones de una forma brusca, una norma mediante la cual se procuraba poner freno a las intenciones compradoras de fondos foráneos. Según este decreto, una compra de capitales de un 10% de estas empresas estratégicas debía estar autorizada por la CNMV y por el Consejo de Ministros.
Naturgy es una empresa española que opera en los sectores gasístico y eléctrico, una de las tres más importantes junto a Endesa e Iberdrola. Su principal accionista es Caixabank, entidad bancaria española situada en las primeras posiciones de este sector y que parece dispuesta a esta venta, puesto que aportará 450 millones para financiar la opa de IFM a Naturgy. Por su parte, el fondo australiano IFM es un gigante mundial, con más de 100.000 millones en activos bajo gestión, que en España ya cuenta con la antigua OHL Concesiones y con el 49% de Aqualia.
