En medio de estallidos sociales y raciales que casi no se recordaban, y que recorren el país casi en cada rincón, EEUU ha superado la barrera psicológica de las 200.000 muertes, algo que convierte a esta crisis sanitaria en la mayor catástrofe de su historia y al país en el más afectado por esta pandemia en todo el mundo.
El número de personas contagiadas supera ya los 6,8 millones y sólo este lunes se registraron más de 52.000 nuevos casos de COVID-19. No obstante, el presidente norteamericano, Donald Trump, ha asegurado este martes ante la Asamblea General de la ONU de que EEUU conseguirá «derrotar» el virus, de cuya expansión sigue culpando a China, enemigo geoestratégico al que señala por haber mentido sobre el alcance de la enfermedad en los primeros momentos de esta crisis.