El Partido Comunista Portugués ha celebrado la 44 edición de su tradicional fiesta Avante en medio de fuertes críticas del resto de partidos del arco parlamentario por no haberse suspendido el evento debido a la crisis sanitaria del COVID19. Esta controversia, que ha llegado incluso a las páginas del New York Times, fue solventada por la organización marxista leninista con una impresionante demostración de fuerza organizativa y militante que se tradujo en un exitoso evento en el que se tuvieron en cuenta hasta los últimos detalles en medidas de seguridad.
Internamente, el partido debatió hace meses el mantenimiento o no del evento, y una vez decidido que se seguiría adelante, todo el aparato organizativo se pudo en marcha demostrando, una vez más, por qué el partido portugués es el de mayor fuerza militante entre todos los partidos comunistas de toda Europa.
El aforo de la fiesta fue reducido de cien mil a treinta mil personas, aunque finalmente las autoridades no permitieron participar en la fiesta a más de 16.500 personas. Nada de ello amedrentó a los comunistas, que en boca de su secretario general, Jerónimo da Souza, llegaron a invitar al evento al presidente de la República para que comprobase él mismo las extraordinarias medidas de seguridad que se seguían.
«Quizás al presidente le gustaría echar una mano a su partido, que ha encabezado está violenta campaña contra nosotros. No voy a abrir ninguna guerra aquí, pero nos gustaría que el presidente viera con sus ojos y sacase conclusiones de esta realidad que es la fiesta Avante» afirmó Da Souza este mismo sábado.
