En una entrevista en el programa Desayunos TVE de esta mañana, Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos, ha asegurado que su formación no apoyará la comisión de investigación planteada sobre el ex presidente González acerca de su relación directa con los GAL, pues considera que «todo el mundo sabe lo que pasó» y que es un asunto que puede «distraer».
Tras la reciente revelación de unos documentos secretos desclasificados de la CIA que confirmaban la creación de los GAL por Felipe González y el visto bueno del Gobierno del entonces presidente norteamericano Reagan, la formación política EH Bildu había solicitado al formación de una comisión de investigación con la opinión favorable de PNV o ERC. Esta solicitud deberá ser votada en la Mesa del Congreso posiblemente el próximo martes.
Echenique, miembro destacado de UP y por tanto coaligado en el Gobierno al PSOE en el que milita el propio González, ha manifestado en dicha entrevista que «cree que todo el mundo sabe lo que pasó y que le soprende que haya ciertas fuerzas políticas que planteen una comisión de investigación«.
«Me pregunto -ha continuado en sus declaraciones el portavoz de UP- si es que las fuerzas que lo plantean no saben lo que ocurrió cuando hay un ministro y un secretario de Estado condenados«, en referencia a Vera y Barrionuevo. «Nuestra opinión sobre esa época oscura de la democracia es muy bien conocida y además el informe en cuestión de la CIA no aporta nada nuevo, está hecho con recortes de prensa de medios de comunicación de nuestro país«, explicó el representante de UP y añadió que «nada va a dejar que les distraiga en estos momentos de ser útiles a la ciudadanía«
Así pues se entiende que Unidas Podemos considera que las medidas progresistas que está llevando a cabo, denominadas «escudo social», son en el momento actual más importantes que la investigación de una prueba de terrorismo de Estado, que pondría en grave tensión la continuidad del Gobierno de coalición. Tampoco estima conveniente, por tanto, poner en cuestión ahora la legitimidad del proceso histórico de la Transición, ni el papel sumiso de España con respecto a EEUU y la OTAN.
El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, no se ha manifestado al respecto hasta ahora y parece muy lejano aquel debate en el Congreso del 2016 cuando, entonces en la oposición, desataba la ira de los miembros del PSOE señalando que su pasado estaba «manchado de cal viva». Queda pues descartada la supuesta catástrofe que la derecha vaticinaba que se realizaría si el ahora Vicepresidente entrase a conocer los entresijos del CNI, tras desmarques como éste o el reciente sobre Billy el Niño.
Deberemos permanecer pues a la espera de que esa labor «de utilidad a la ciudadanía» sea tan provechosa que justifique miradas hacia otro lado ante muestras tan flagrantes de descomposición de un Estado que se supone de Derecho. De momento tenemos una constatación más de la dependencia del lado menos conservador del Gobierno de Coalición frente a un PSOE que se mantiene firme defensor del actual sistema, de su Monarquía, de la Transición y su alineamiento con la UE y el imperio de EEUU.
Todas estas cuestiones parecen ahora relegadas a un papel secundario frente a la aún más que inquietante presencia del coronavirus y la posibilidad de un nuevo rebrote. Semejante peligro sugiere prudencia. Sin embargo, pese a que en un primer momento el Gobierno de coalición actuó de manera más convincente que otros gobiernos menos dispuestos a mantener medidas de confinamiento y de protección laboral, la apertura de los sectores económicos relacionados con la hostelería y el turismo y la desescalada hacia la «nueva normalidad» vuelven a poner en entredicho la capacidad de Unidas Podemos para reformar al menos el sistema ante la preponderancia del PSOE como sostén histórico del capitalismo en España.
