El pasado 28 de mayo un portavoz del Ejército Popular de Liberación de China, denunció que un destructor estadounidense violó las aguas territoriales de la República Popular China frente a las islas Xisha.
Ante esta flagrante violación del Derecho Internacional, la Marina China se vió obligada a ahuyentar al buque militar norteamericano enviando embarcaciones y aviones militares, a modo de advertencia.
Esta provocación está enmarcada en la política de la superpotencia americana de presionar militarmente al gigante socialista. Según fuentes cercanas a la Armada Española, consultadas por El Común, «esto no es ninguna novedad: son tácticas concertadas para probarse. En cualquier caso, la superioridad naval y tecnológica de Estados Unidos es incontestable pero, a su vez, a nivel terrestre, no es viable ningún conflicto con China, o con Rusia, por el tamaño desmesurado de sus ejércitos de Tierra, que les hacen virtualmente invencibles. De ahí la situación de nueva Guerra Fría que vivimos».