La bandera de la República Popular China ondea en la cara oculta de la Luna

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Todo un símbolo del cambio del signo de los tiempos, desde el 4 de junio ondea la bandera roja con cinco estrellas doradas en la cara oculta de la Luna, reflejo de la firmeza del desarrollo científico y tecnológico del país dirigido políticamente por el Partido Comunista PCCh.

Se hizo realidad el sueño del revolucionario astrónomo alemán Johannes Kepler (1571-1630) con sus leyes sobre el movimiento de los planetas en su órbita alrededor del Sol, Considerado como el primer precursor de la ciencia ficción, escribió la que Carl Sagan consideró «la primera novela de ciencia-ficción»: Somnium sive Astronomia lunaris (El sueño o la astronomía lunar). En ella narra lo que dice que fue una ensoñación que tuvo en la que se visualizó a sí mismo bajo el personaje de un niño, el islandés Duracoto, que gracias a su madre, Fiolxhilda, y mediante un conjuro mágico, ambos irán en un viaje onírico a la Luna, durante un eclipse solar para emprender la exploración lunar.

Se trata de un acontecimiento científico para la Humanidad, por primera vez en la Historia se realiza la extracción de muestras de rocas de la cara oculta lunar

El pasado 3 de mayo el cohete que transportó la sonda lunar de la misión Chang’e-6 despegó del Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang. Haunan, el orbitador el domingo 2 de junio el módulo de aterrizaje tras separarse correctamente de su orbitador, logró descender exitosamente en la zona sur del cráter Apolo, en la cuenca Aitken situada cerca del Polo sur del lado oculto de la Luna.

Previamente el módulo de aterrizaje fue sometido a comprobaciones y configuraciones iniciales antes de que pase a la fase de perforación y recolección de muestras de la superficie de la cara no visible de nuestro satélite. El módulo empleó una pala robótica y un taladro para recolectar rocas y polvo lunar, además de excavar unos 2 metros en la superficie con la finalidad de extraer los depósitos más profundos. Esta fase duró alrededor de dos días, en los que se espera recoger aproximadamente 2.000 gramos de material lunar.

Según informa Agencia Espacial Nacional de China (CNSA) la sonda lunar Chang’e-6 completó el despegue este martes 4 de junio, el módulo de ascenso con un encendido de motor que duró unos seis minutos despegó desde la cara oculta de la Luna para alcanzar la órbita lunar previamente establecida, donde se acoplará con la combinación del orbitador y la cápsula de reentrada alrededor de la Luna e iniciar el viaje de retorno transportando el valioso lote de muestras lunares.

Se espera que la misión Chang’e-6 vuelva de regreso a la Tierra alrededor del 25 de junio aterrizando en los desiertos de la región de Mongolia Interior de China, alrededor del 25 de junio con su cargamento de muestras de rocas hasta ahora inéditas para el conocimiento científico.

La serie de naves espaciales lunares Chang’e ha asumido misiones cada vez más ambiciosas, con el objetivo final de establecer una base tripulada en la Luna en la década de 2030. Chang’e 6, es la segunda misión de retorno de muestras de China, después de que Chang’e 5 entregara con éxito un kilogramo de material desde la cara cercana de la Luna a la Tierra en 2020.

Chang’e 6, sin embargo, recolectar alrededor de 2 kilogramos de material del lado oculto de la Luna, que está permanentemente alejado de la Tierra. Es más difícil aterrizar en comparación con el lado cercano debido a la falta de un enlace de comunicación directo con la Tierra, por lo que está poco explorado y no se tenía muestras de la región.

La misión histórica de la Chang’e-6 ha validado importantes avances tecnológicos en el marco del programa espacial chino, que pretende llevar a una persona a la Luna antes del final de esta década. Zhou Changyi el diseñador jefe del subsistema de carga útil de la sonda Chang’e-6 explicó que las futuras misiones podrán aprovechar los recursos de la superficie lunar, como el basalto. «Si construimos una base lunar en el futuro, lo más probable es que tengamos que convertir el basalto en fibras para fabricar materiales de construcción”

Las misiones espaciales chinas

El historial del Programa Chino de Exploración Lunar (中国探月)  para explorar la Luna con sondas no tripuladas se inició el 24 de octubre de 2007 en que China lanzó su primera sonda lunar, una nave espacial robótica llamada Chang’e 1 (嫦娥一号) en honor a la diosa china de la Luna: 嫦娥 .

Una segunda sonda no tripulada, llamada Chang’e 2, se lanzó en 2010 que mapeó los sitios de aterrizaje candidatos para la próxima misión.

Una tercera nave espacial Chang’e con un rover robótico a bordo, denominada Chang’e 3, aterrizó en la Luna el sábado 14 de diciembre de 2013 convirtiendo a China en el tercer país del mundo en lograr semejante hazaña lunar, tras la URSS y EEUU . El módulo de aterrizaje también depositó el rover robótico Yutu («Conejo de Jade») sobre la superficie lunar para comenzar su misión de unos meses de recorrido. Se convirtió en el primer aterrizaje suave lunar desde la misión Luna 24 soviética en 1976.

Un paso inédito en la exploración de la Luna fue el viaje de la sonda Chang’e 4,  lanzada el 7 de diciembre de 2018, incorporaba un orbitador, un módulo de aterrizador robótico y un rover,  realizó el primer alunizaje en la cara oculta de la Luna el 3 de enero de 2019.

Previamente se lanzó el Queqiao 1, satélite de retransmisión china en apoyo del aterrizaje, con cuatro enlaces de banda X de 256 kBps entre él y el módulo de aterrizaje y un enlace de banda S de 2 MBps hacia la Tierra. El lugar de alunizaje fue el cráter Von Kármán (de 180 km de diámetro) en la Cuenca Aitken, gran cuenca ubicada en el hemisferio sur del extremo que se extiende desde el Polo Sur hasta el cráter Aitken. Tras aterrizar en la cara oculta, y pasadas 12 horas, el rover Yutu 2 se separó del aterrizador y comenzó su camino sobre la superficie lunar.

Un ecosistema lunar simple

En 1982, la tripulación de la estación espacial soviética Saliut 7 consiguió hacer crecer semillas de una brasicácea, la Arabidopsis thaliana, plantadas por los cosmonautas Anatoli Berezovói y Valentín Lébedev en agosto de 1982, que dió lugar a un artículo científico titulado”Crecimiento de plantas, desarrollo y embriogénesis durante el vuelo de la Salyut 7”, experimento para ver cual sería la reacción de las raíces depositadas en un entorno sin gravedad, convirtiéndose así en las primeras plantas en florecer y producir semillas en el espacio.

El módulo de aterrizaje llevaba un contenedor con semillas y huevos de insectos para probar si las plantas y los insectos pueden eclosionar y crecer de manera conjunta. El experimento biológico incluía semillas de algodón, colza, papa, y arabidopsis, así como huevos de gusanos de seda y moscas de la fruta. Si los huevos llegaban a eclosionar las larvas producirían dióxido de carbono, mientras que las plantas germinadas liberarían oxígeno mediante fotosíntesis. Juntas, podrían establecer un ecosistema simple en la Luna explicó Zhang Yuanxun, diseñador jefe del contenedor.

La misión Chang’e 5 fue la primera misión china de retorno de muestras lunares en la cara visible de la Luna.

 Su lanzamiento se realizó el 23 de noviembre de 2020, entró en órbita lunar el 28 de noviembre y alunizó el 1 de diciembre del mismo año. La  zona de aterrizaje fue  Mons Rümker en Oceanus Procellarum, situada en la región noroeste de la cara visible de la Luna. La ubicación es un gran montículo volcánico elevado de 70 km de diámetro con una fuerte firma espectroscópica de material basáltico de mar lunar.

En el marco de sus ambiciosos planes lunares, figura el proyectado Chang’e 7 que desplegará un conjunto de vehículos de exploración para estudiar en mayor detalle la superficie lunar. La misión Chang’e 8, tendrá como objetivo colocar en la Luna un pequeño ecosistema, en un entorno controlado y sellado. Este experimento busca explorar la viabilidad de la utilización biológica de los recursos del suelo lunar y su potencial para apoyar tecnologías de soporte vital, como la producción de alimentos y oxígeno, esenciales para una base lunar habitada. Así como otras cargas útiles destinadas a probar el uso de los recursos lunares. Esta iniciativa forma parte de los preparativos para la construcción de una base lunar internacional, prevista para los años 2030.

Un proyecto conjunto entre Rusia y China se prevé que esté operativo en 2035, la Estación Internacional de Investigación Lunar (EIIL), un proyecto conjunto entre China y Rusia que ilustra el compromiso de ambos países con la exploración espacial y su deseo de desempeñar un papel líder en la explotación de los recursos lunares y el desarrollo de tecnologías sostenibles para la vida humana en el espacio.

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