Tras dos semanas de pausa en las movilizaciones a la espera de afrontar el preacuerdo entre sindicatos y Biobide, la empresa adjudicataria, este viernes los trabajadores volvieron a parar su actividad al no alcanzarse el quorum necesario.
Un 46’4% de los votos fueron a favor del acuerdo, mientras que un 53’7% fueron en contra. Entre los sindicatos, han sido UGT y CCOO los proclives al acuerdo y ELA y LAB los que se han posicionado en contra. El origen de la huelga se ubica en las subidas salariales, que Biobide descartó por las subidas del IPC 5’7% en 2022 y del 3’1% en 2023. A raíz de esto, desde hace dos años los trabajadores vienen reclamando dicha subida que les corresponde.
Según recogía el preacuerdo rechazado, la plantilla tendría un diferencial a favor de un 0,5%, si el IPC fuera superior a la subida que tuviesen los funcionarios.
Tanto ELA como LAB criticaron esta medida “si firmásemos un acuerdo así, el principal punto sobre el que se ha sustentado históricamente la negociación colectiva de Bilbobus, que es mantener la subida de retribuciones ligada al IPC, quedaría definitivamente soterrado”.
Ante las nuevas perspectivas, el presidente del comité de empresa, ha señalado que “nunca se ha desconvocado la huelga, la suspensión ha sido para valorar el acuerdo y votar. Ha habido una asamblea general de trabajadores, como siempre. Y no podemos hacer nada más que seguir, seguir y seguir”.
De momento no hay fecha concreta para una próxima reunión, pero los sindicatos han reflexionado que “tendremos que volver a reunirnos cuando todo el mundo haya hecho la valoración de sus pasos”.