Tania, del blog Ruletania
La nueva sensación en películas, la plataforma Filmin, está teniendo auge en visitas gracias a una película ganadora del Óscar mejor guion original, responsabilidad de Justine Triet.
No se lo discuto pero ahora os cuento mi opinión.
Casi hasta me da apuro admitirlo pero es que tenía las expectativas muy altas con tanto bombo que le habían dado a la peli.
Argumento
Sandra Voitiare está charlando animadamente con una chica en un contexto desconocido, no sabemos quiénes son y por qué hablan. En un momento dado suena música, excesivamente alta, que altera la comodidad de una conversación distendida en la que se aprecian algunas cuestiones sobre las que están hablando.
Mientras tanto, un niño baña a su perro por lo que deducimos que la mujer es madre del chico y que el marido es el responsable de la música que está intentando intervenir en la conversación.
Ambas mujeres convienen continuar la charla en un ambiente más relajado y se ve al chaval pasear a su amigo.
Minutos más tarde, el niño encuentra el cuerpo de un hombre tendido en la nieve con signos evidentes de haber sufrido un accidente y estar muerto.
A partir de ahí, el resto.
Estructura narrativa.
Es una película triste.
Me falta contundencia, pasión, intriga.
Le falta la oscuridad propia de una película de suspense.
Es cien por cien policial y se centra en desarrollar el caso y ya está.
Pero no aporta emoción salvo en muy contadas emociones.
Es como si a raiz del suceso, todo sucede de forma natural, previsible, normal.
Empieza a cobrar contundencia y suspense hacia la mitad, en el procesamiento judicial, que como todos los juicios, es largo.
Y como todos los juicios, se analizan minuciosamente durante largos minutos toda la trama precedente a la caída.
La tensión incluso que se palpa entre la protagonista y su abogado solapa en ciertos momentos la propia tensión del procedimiento.
Pero más allá de la trama , no aporta gran cosa. Es repetitiva y entra en bucle en los diálogos como en el bucle de la música con la que empieza.
Ambientación
La película se desarrolla íntegramente en los Alpes franceses – deduzco por el paisaje nevado y la cabaña en las montañas – y el hecho de que mencionan Francia.
Y a esa ambientación hay que añadir la propia vestimenta de los personajes, acorde al frío, jerséis holgados, abrigos y bufandas que luego pasan a un atuendo más sobrio y ligero durante las jornadas judiciales.
Carece de herramientas sólidas para darle impulso a la historia, no tiene picos emocionales, ni giros.
No soy un monstruo
Es una de las expresiones más repetidas de la película. Sandra Huller es la perfecta “no asesina”.
No hay un atisbo de emoción no expresión en ella que haga pensar que esta implicada en la caída. Y eso me ha chirriado por haberla nominado al Óscar y haber alagado tanto su trabajo. Yo no lo he visto.
He leído en otra reseña que el perro tiene más carga interpretativa que ella.
El espectador no consigue descifrar los códigos de comunicación de su interpretación.
A raiz de esa extraña caída, nos muestran claves de la situación de la pareja, las rencillas que hay entre ellos salen a flote.
Una película, un libro; un conflicto.
La película cuenta los años precedentes al suceso en los que la convivencia de la pareja se ve mermada por el accidente del hijo que le produce una ceguera parcial y por la competitividad existente entre la pareja por cuestiones literarias.
El padre y víctima del suceso, había empezado a dar forma a una idea pero fue Sandra quien ejecutó la historia y se convirtió en escritora de éxito.
Un autor no es su personaje
Esa es la única parte que me ha gustado, las novelas están presentes en esta cinta e incluso se nombra al maestro del terror como comparativa de la proyección de ese autor en sus historias.
Valoración personal
No es que no me haya gustado, es que no ha cumplido mis expectativas.
Se me ha hecho larga y lenta. No tiene nada que me haya emocionado, por esa carencia de intensidad, solo una frase , la del niño “no me van a herir, ya lo han hecho, ya me han herido”.
Puntuación; 1.5/5
