¿Lapsus de sinceridad o error en la manera de expresarse? Las palabras del Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, nuestro compatriota Josep Borrell, en una corta pero jugosa entrevista de Christiane Amanpour para la CNN (que puede consultarse en el enlace sobre estas palabras), ha dejado una serie de interesantes declaraciones sobre el apoyo a Ucrania y la situación humanitaria en Gaza.
En ella el alto mandatario de la UE llega a decir expresamente: «no podemos darnos el lujo de que Rusia gane la guerra, de lo contrario los intereses estadounidenses y europeos se verían dañados», y acto seguido añade unas palabras muy llamativas: «no es un tema de generosidad, no se trata de apoyarles porque amemos al pueblo ucraniano, es por nuestro propio interés, es en interés de USA«.
En la explicación que sigue, trata de aclarar Borrell que ese papel de EEUU se entiende «como un representante global, que debemos contemplar como un socio confiable, un proveedor de seguridad para los aliados». Esto es, siguiendo el discurso occidental del orden basado en reglas, que emplean para justificar las acciones militares que estamos presenciando en estos tiempos.
En la entrevista, Amanpour pregunta directamente a su invitado quién piensa que cometió el atentado terrorista de Moscú, que lleva contabilizadas unas 137 víctimas. Borrell, tras condenar en los términos más contundentes un suceso que califica de horrible, declara que «no tiene más conocimiento de lo que se sabe por la prensa, pero que cree es un error relacionarlo con Ucrania», porque según él «Ucrania no está luchando contra el pueblo ruso sino contra el ejército que les ha invadido«.
Cuestionado por la periodista sobre su opinión de que Putin sí relacione el atentado con Ucrania, Borrell contesta que lo hace para justificar el aumento de los ataques sobre la zona, y especifica que el número de misiles «contra población civil» se ha incrementado, e insiste en que la batalla no es contra Rusia «sino contra el ejército que les invade». Añade que «puede que Putin obtenga ventaja de ello, pero que lo que a él le preocupa es la seguridad y las vidas de los ucranianos».
Tras una pregunta en la que se interpela sobre el apoyo en armas de la UE, viene la parte interesante. Borrell asegura que se va a implementar una cantidad de efectivo para las armas, pues «no se puede consentir a Rusia como sucedió en Crimea o en Siria, hay que actuar con firmeza». Y es aquí donde dice literalmente: «no podemos permitirnos que Rusia gane esta guerra, o de otro modo los intereses de la UE y de EEUU se verían seriamente dañados. No es una cuestión de sólo generosidad, no es una cuestión de apoyarles porque amamos al pueblo ucraniano, es una cuestión de nuestro propio interés, una cuestión de USA en su papel de representante del interés global«.
¿Qué quiere decir Borrell con ello? Sus palabras dejan en el aire varias dudas.
La primera es que los supuestos valores, aquellos elevados valores preservados en el jardín europeo, tienen también un trasfondo de intereses. Que curiosamente salen a la luz cuando desde EEUU puede verse como un gasto excesivo y que Europa reclama para seguir armando a Ucrania y azuzar la guerra.
Borrell parece querer tranquilizar a los inversores y a las empresas interesadas en el conflicto, asegurándoles que además de esos altos ideales también tienen presente los aspectos comerciales. De hecho, asegura en la entrevista que la voluntad de crear un ejército europeo es para unir los gastos en uno y «no multiplicar y despilfarrar en 27 ejércitos».
La pregunta inmediata que sigue es muy evidente: si los europeos viven cada vez peor y especialmente su clase trabajadora ve empeorar gravemente sus condiciones de vida desde el inicio del conflicto ¿a qué intereses se refiere en concreto? ¿Intereses de quiénes y de qué tipo?
Otra duda, si los EEUU se arrogan ese papel de «proveedor de seguridad», ¿están entonces errando el camino puesto que las acciones de la OTAN parecen agravar cada día más la tensión y la escalada está conduciendo peligrosamente a una guerra de consecuencias imprevisibles?
Maria Zajarova, portavoz de la Federación Rusa, encontró una explicación a las sorprendentes palabras de Borrell: «Por primera vez un representante de los regímenes occidentales habló tan abiertamente sobre la esencia de lo que estaba sucediendo. La cuestión no es el “amor por los ucranianos”, a quienes los occidentales ya prácticamente han destruido. Está en el deseo de Estados Unidos de mantener su hegemonía, de mantener su papel cada vez más debilitado en los asuntos mundiales. No queda rastro de creatividad en el enfoque estadounidense de las relaciones internacionales. Los demócratas liberales sólo saben destruir, y consideran que esta habilidad es una garantía de dominio. Y la tarea de la Unión Europea en la etapa actual es suministrar municiones compradas con el dinero de sus propios ciudadanos, cuya opinión nadie ha pedido».
