Por Ana Val
No es el primer intento, no es la primera vez que se insinúa, distintos ministerios ya habían lanzado goblos sonda, esta vez ha sido la mismísima Ministra de trabajo Yolanda Díaz, sí, la miniscuqui que se debate entre el pasamanos al Santo Varón y el Santo Trans según el día, la que se ha descolgado hoy con la noticia de que ser LGBTQ+ se considerará grupo prioritario a la hora de buscar trabajo.
Y yo me pregunto como miembro disruptivo de dicho colectivo… ¿EN QUÉ NARICES ESTÁ USTED PENSANDO?
¿Es que acaso tenemos alguna “diferencia” reseñable digna de ser comparada con una discapacidad o con situaciones de vulnerabilidad como las mujeres maltratadas? No, señora Ministra, ¡NO! No tenemos ninguna tara para merecer esos “honores”.
Todas sabemos de qué va esto (no somos tontas), todas sabemos que lo que se está haciendo es utilizarnos a los y las homosexuales y bi para seguir con la agenda transgenerista y enchufarnos lo TQ+.
A mí está jugada me parece que ya traspasa todos los límites de la desvergüenza y el despropósito.
La orientación sexual es uno de los datos sensibles y protegidos hasta en la Constitución, que el “Gobierno más machista y homófobo de la historia” pretende hacer saltar por los aires por sus delirios de favorecer a toda esta camarilla de personajes heteros, narcisistas, ególatras y fetichistas. Porque la realidad es que toda esta pantomima es para ellos.
No saben (una vez más) las consecuencias que puedan provocar estos disparates transformados en ley.
Primero, porque como ya he dicho esto supone otorgar un rango de vulnerabilidad a personas que no la tienen, a gente que nuestra única diferencia es que nos vamos a la cama con personas de nuestro mismo SEXO, punto, fíjate tú que cosas. Restando así recursos para otros colectivos que sí los necesitan.
Segundo, porque como ya he dicho también, es un dato sensible y protegido por ley, ¿Que tenemos que ir llorando al funcionario de turno para que nos incluya en no sé qué censo? Señora Ministra, ¿Es usted consciente de lo que significa eso?
Tercero, se está comprobando estos días lo que llevamos años diciendo las feministas de las leyes de autoidentificación del sexo registral y les está explorando en los morros, no contaban con que la trampa que ya venían haciendo otros varones autoginefílicos que llevan ustedes con mucho orgullo en su partido, la puede llevar a cabo CUALQUIER persona mayor de 16 años y nacionalidad española, incluyendo soldadas Robertos, y abogadas Javier. Pues nada! Hagamos otra pifia basada en sentimientos y que cualquiera se pueda autodefinir como lesbiana, gay o bisexual para acceder antes a un trabajo, un plan sin fisuras, ¡oiga!
¿Acaso no han aprendido nada del ejército de trans lesbianos maltratadores y voladores que se han subido al carro troleando su estúpida Ley Trans? Y recuerden… El fraude es la ley.
Cuarto, ¿Acaso no ve usted que estos privilegios nos ponen en la diana constantemente? Tienen ustedes el país hecho unos zorros (zorros jajaja) con la inflación disparada y el IPC por las nubes, las familias no llegan a fin de mes y llenar la nevera es un milagro para muchas, los desahucios que se supone que iban a parar, ahí siguen, sonando tambores de guerra en una movida que os estamos diciendo que no hemos pedido estar, y a usted no se le ocurre otra cosa que dar la turra con cuentos de pronombres y privilegios del lobby trans, y sabemos de la influencia de algunos señores gays ultra poderosos que son intocables.
Pues sí señora Díaz, a los homosexuales corrientes que vivimos nuestra vida como podemos y nos da la gana usted nos señala y nos pone en la picota, y de hecho se está registrando un aumento de agresiones homófobas (que no LGBTIfóbicas, que menuda estupidez) considerable y esto no es gratuito y esto es culpa de ustedes. Porque la gente está harta y porque nos meten a todos en el mismo saco.
Así que señora Yolanda Díaz haga el favor de dejarnos en paz y no hable en nuestro nombre.
#NoEnMiNombreLGB. Pau.
