Eloina Terrón Bañuelos. Profesora de Secundaria Jubilada
Sí, estamos en una nueva época. La era tecnológica y visual. Nos están formateando el cerebro y las emociones, disciplinándonos en la impunidad, deshumanizándonos día tras día en que persiste esta masacre, la justifican y lo aceptamos.
¿Como seguir yendo a la compra, conversando de trivialidades, sabiendo lo que sabemos, lo que estamos viendo en los medios de comunicación y redes sociales todos los días, viendo televisado o por las redes en directo, matanza tras matanza de un pueblo?
¿Cómo el profesorado puede cumplir el encargo social de educar para la Paz, cuando su alumnado esta viendo hora tras hora una masacre de niños y niñas como ellas y ellos, jóvenes como ellos, mujeres y hombres? Y ven que nadie hace nada para pararlo. Ellos y ellas ven y oyen la postura cómplice de la comunidad internacional, de nuestra Unión Europea que mira para otro lado. Una Comunidad Europea tan pretenciosa que nos arrogamos ser los adalides de la defensa de los derechos humanos y vamos dando lecciones y carnets de que si en tal país no se cumplen los derechos humanos, que si en tal país no hay democracia, o no hay libertad de prensa y que a esos países sí que hay que sancionarles, hacerles boicots o intervenir en ellos. Pero no en Palestina.
Dentro de un mes, el 10 de Diciembre se conmemora la Declaración de los Derechos Humanos, se supone que habrá actos, declaraciones institucionales, manifiestos, etc, etc, ¿de verdad que podremos hacer la pantomima de hablar de ellos cuando estamos aceptando que los arrasen todos los días?
El 30 de enero se celebra el Día de la Paz en los colegios. En muchos centros educativos de E. Pprimaria y de E. Secundaria se hacen acciones para educar para la Paz. Los medios de comunicación edulcoran la realidad y hablan ese día de Paz en el mundo. ¿De vedad será posible que volvamos a celebrar el Día de la Paz en los centros educativos y en la sociedad tras haber asistido impávidos a la masacre de un pueblo?
¿Que están aprendiendo las generaciones jóvenes, la infancia europea y mundial, sobre como permitimos la masacre de otros niños y niñas? Qué están aprendiendo sobre la reacción de los adultos y los dirigentes de la Unión Europea? Unos dirigentes que lo único que se les ocurre decir es que “un país ocupante tiene derecho a defenderse de un pueblo indefenso”. Les hará preguntarse ¿pero a quién representan estos dirigentes? ¿quién les paga sus sueldos? ¿a qué o a quién temen? ¿Quién ha comprado su humanidad? Porque los pueblos de España, Inglaterra, Francia, Italia, Grecia…, de toda Europa han salido a las calles para gritar “no”, “no en nuestro nombre”. Pero ¿de verdad creen que estamos dispuestos a vender nuestra humanidad por unos contratos o las presiones de un gobierno genocida? Un país que lleva 75 años invadiendo, expoliando, asesinando, encarcelando menores sin juicio. Las futuras generaciones aprenden por lo que ven, no por lo que se les dice.
Vete ahora y haz educación para la convivencia en los centros escolares y di que los conflictos deben solucionarse por vía pacífica, con el diálogo y la palabra. Que, ante el abuso de la fuerza sobre un débil, ante el acoso y el maltrato no podemos ser espectadores silenciosos. Que los espectadores son cómplices por su silencio y aprobación. Y se reirán en nuestra cara.
La vida es la que más educa y el comportamiento de los adultos y adultas los que más influimos en su educación. Aprenden de nuestros hechos y no de nuestras palabras. Y están aprendiendo que es necesario obedecer al matón de la clase. Que los adultos, los que más poder tienen se vuelven sumisos ante el matón del barrio; que nada importa la vida de las personas, aún de las más vulnerables. Que la Ley de Talión se ha institucionalizado. Que las leyes internacionales y las resoluciones de la ONU son papel mojado cuando el imperialismo norteamericano lo decide. Que debes callar y agachar la cabeza o te arrepentirás. Que se te señalará públicamente si denuncias la barbarie e injusticia, que los derechos humanos se venden por un puñado de dólares…
Esta inmovilidad, este asentimiento y consentimiento cómplice nos costará caro. Y más porque solo se debe a poder, supremacía e intereses económicos, a los que se suman los intereses de las multinacionales de armas y sus lobbies que presionan y marcan, en muchos casos la agenda de los estados.
Dice una organización como Save The Children que los 3.195 niños y niñas asesinadas en Gaza en 3 semanas supera la cifra anual de niños y niñas asesinados en zonas de conflictos desde 2019.
Estamos asumiendo terribles lecciones. Que hay total impunidad para masacrar si quienes masacran son “uno de los nuestros”. Que ante nuestros ojos se está produciendo la solución final del pueblo palestino, sin que se les impongan ningún tipo de sanción, bloqueo e intervención por parte de la comunidad internacional. Que nos están erradicando nuestra humanidad y nuestros valores sociales, que nos están insensibilizando ante la barbarie…
Malditos ellos, sus guerras, sus genocidios y sus intereses.
