La Comisión Europea aprobó este 3 de mayo el ASAP (Acta en Apoyo a la Producción de Municiones) que tiene el objetivo de suministrar proyectiles a Ucrania y ayudar a los países europeos a reponer las existencias de sus arsenales con una asignación de 500 millones de euros.
La presidencia sueca del Consejo Europeo que dirigió el debate comunicó que: «Los embajadores de la UE aprobaron la decisión sobre la medida de asistencia en el marco del Fondo Europeo para la Paz para apoyar a las Fuerzas Armadas ucranianas mediante 1.000 millones de euros para la adquisición conjunta de municiones y misiles».
Hasta ahora los Estados miembros mantenían desavenencias sobre las condiciones que debía cumplir el material militar producido en Europa para ser adquirido con fondos comunes. El debate giraba en torno a si los componentes y elementos de los equipos militares que se fabriquen y adquieran con fondos comunes de la UE deben ser 100% europeos, una visión rígida que defendía Francia y que reducía las opciones de compras conjuntas en armerías europeas ya identificadas en 11 Estados miembros.
El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton en la rueda de prensa de presentación de la iniciativa calificó el acta de «sin precedentes» y declaró que: «Cuando se trata de defensa, nuestra industria debe pasar ahora al modo de economía de guerra». Una Unión Europea empujada por las necesidades de municiones de Ucrania y por tomar medidas flexibles a fin de impulsar la producción de obuses y misiles en la UE.
El comunicado oficial dice que la medida «fortalecerá la receptividad y capacidad de la industria de defensa de la Unión [Europea] de garantizar el suministro oportuno de municiones y misiles en Europa». Además del apoyo financiero, incluye un mecanismo para mapear, vigilar y anticipar mejor la existencia de obstáculos en cadenas de suministros militares, así como un marco regulatorio temporal para resolver el déficit de municiones. Breton corroboró que: «Queremos apoyar directamente, con el dinero de la UE, la aceleración de nuestra industria de defensa para Ucrania y para nuestra propia seguridad».
Se permite que las cadenas de valor incluyan a operadores que estén establecidos fuera de la UE, y se contemplan las reglas generales de origen de mercancías que fijan que los productos cuya producción intervenga más de un país o territorio se considerarán originarias del país o territorio en el que o territorio en el que hayan sido objeto de la última transformación o elaboración sustancial, que haya dado lugar a la fabricación de un nuevo producto o que represente una fase importante de la fabricación.
De esta forma, la presidencia sueca ha dado con una formulación legal lo suficiente amplia para contentar las pretensiones de los Estados miembros que pedían priorizar la rapidez a la hora de avanzar en las compras conjuntas de munición y misiles, a la vez que se protege la industria militar europea y se promueve su desarrollo a la vista del compromiso con Ucrania para mandar un millón de disparos de artillería en un año.
Medidas anteriormente aprobadas
En marzo de 2021 por primera vez en su historia la Unión Europea financió la compra y entrega de armas y otros equipos de defensa a un país extracomunitario, la Ucrania filonazi de Zelensky por medio del FEAP, (Fondo Europeo de Apoyo a la Paz). Según reza en la web del Servicio de Instrumentos de Política Exterior de la Comisión Europea, su finalidad sería mejorar la tríada de su capacidad de prevenir conflictos, construir la paz y reforzar la seguridad internacional.
En 2023 la UE el 8 de marzo aprobó destinar 2.000 millones de euros adicionales del FEAP para financiar la compra de armamento para el régimen de Kiev, un millón de municiones de artillería de 155 mm a lo largo de 12 meses y, a la vez, acelerar la producción de proyectiles en el bloque comunitario.
El 13 de abril el Consejo de la UE acordó una asignación de 1.000 millones de euros del FEAP para la compra de municiones que se destinarían a las Fuerzas Armadas de Ucrania. El comunicado informa que: ««Esta medida permitirá a la UE devolverle a los Estados miembros las municiones donadas a Ucrania de las reservas existentes o de la reordenación de prioridades en los pedidos realizados durante el período comprendido entre el 9 de febrero y el 31 de mayo»
Con estas medidas, además de fondos para elevar el nivel de producción del sector de la Defensa en Europa, los Veintisiete esperan llegar al compromiso alcanzado con Kiev para entregar un millón de cartuchos de artillería. Varias delegaciones europeas plantean su escepticismo con que la industria europea, diseñada para tiempos de paz, sea capaz de llegar a este objetivo de producción.
Los 500 millones que la Comisión Europea se propone utilizar proceden fundamentalmente del Fondo Europeo de Defensa (FEAD), que aportaría 260 millones, y la futura «ley común de contratación pública» (EDIRPA), presentada por la Comisión en julio pasado y aún por formalizar y de la que provendrían 240 millones. No obstante, la propuesta deja claro que los países podrán recurrir también a Fondos de Cohesión, el Fondo de Desarrollo Regional o el de Transición Justa para estos propósitos.
Una economía de guerra funciona cuando los gobiernos dan prioridad a la producción de cualquier bien y material que pueda apoyar el esfuerzo bélico de producción. Además, los ingresos fiscales suelen reasignarse para apoyar el esfuerzo bélico en detrimento de otros proyectos en tiempos de paz. Explícito fue Borrell al respecto: ««Si no apoyamos a Ucrania, Ucrania caerá en cuestión de días. Así que, sí, preferiría gastar este dinero en aumentar el bienestar de la gente, hospitales, escuelas, ciudades, etc. Pero no tenemos elección»
También con vistas a cumplir con los objetivos de producción, se podrá recurrir temporalmente a las excepciones previstas en la directiva del tiempo de trabajo para ampliar los turnos en las factorías. Al respecto Breton dijo que en todo caso:“Hay que respetar la legislación laboral, no se trata de cambiarla” y confió en que tanto la ASAP como la ley de adquisición común EDIRPA puedan ser adoptadas para finales de junio de 2023.
