Tras algunas jornadas de protesta en Georgia, animadas por la prensa e instituciones extranjeras, el partido «Sueño Georgiano» ha decidido retirar el proyecto de ley que pretendía garantizar la independencia de asociaciones no gubernamentales respecto a agentes extranjeros.
«El proyecto de ley aprobado ha causado controversia en la sociedad. La maquinaria de la mentira ha conseguido presentar el proyecto de ley desde una perspectiva negativa para engañar a una parte de la población», han asegurado los promotores de la ley. Afirman que «cuando se calme el trasfondo emocional, explicaremos mejor a la opinión pública por qué se aprobó el proyecto de ley y porque era importante garantizar la transparencia de la influencia extranjera en nuestro país».
Estas protestas han acabado con algunas detenciones por el intento de asalto al Parlamento georgiano, al puro estilo trumpista, después de que se aprobara por mayoría el proyecto de ley de agentes extranjeros.
Aun habiendo retirado el proyecto, el partido de oposición Girchi, así como los representantes de algunas ONG, han asegurado que van a continuar con las protestas.
¿En qué consistía el proyecto de ley?
Son muy cuestionables las razones tras las protestas, ya que el proyecto de ley pretendía impedir la operación dentro del país de organizaciones no gubernamentales o activistas cuyos fondos provengan, en más de un 20%, de agentes extranjeros.
Esto suscitó que se viese como una «ley rusa» que pretendía alejar a Georgia de la «vía Europea».
Las acusaciones que se vierten sobre el principal partido del país «Sueño Georgiano», de «excesiva cercanía con Moscú» y el formato de las protestas acaecidas en el país situado en la costa del Mar Negro recuerdan irremediablemente al Golpe de Estado del Maidan ucraniano, en 2014.
