Las dos potencias europeas han asegurado que seguirán alimentando militarmente «el tiempo que sea necesario» a Ucrania. Además, han condenado «la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania en los términos más enérgicos y continuaremos mostrando un apoyo inquebrantable a Ucrania en todos los campos posibles, incluidos el político, militar, económico, financiero, humanitario, social y cultural».
Sobre la gran incógnita, el codiciado envío de tanques a Ucrania, el Presidente francés Emmanuel Macron ha asegurado que podría producirse siempre y cuando «las condiciones del envío no supongan una escalada en la guerra, puedan aportar un apoyo eficaz a Ucrania y no debilite las necesidades de defensa por parte de Ucrania».
Por su parte, el Canciller alemán Scholz ha afirmado que cualquier decisión de este tipo tiene que concertarse con el resto de socios europeos.
Son muchas las voces que advierten del peligro de enviar tanques, dado que el envío de equipo ofensivo podría suponer una escalada militar que lleve a la Tercera Guerra Mundial, un peligro advertido por el propio Presidente de EEUU, Joe Biden, hace unos meses que ahora no parece descartable.
