La primera vuelta de las votaciones en Colombia dejó en primer lugar al esperado Pacto Histórico de Gustavo Petro, con más del 40% de votos, unos 8 millones y medio. El resultado hace honor al apelativo del Pacto, pues se trata de un hito en su historia, el mejor resultado obtenido en este país en una primera ronda.
Además, en caso de producirse un desenlace en la progresión lógica y obtener la victoria final, sería para Colombia el primer gobierno progresista o situado ideológicamente a la izquierda.
«Paso de Vencedores amigos y amigas. Un pequeño esfuerzo más y cambiamos la historia», manifestaba Petro tras conocerse los resultados, y sobre todo tras una campaña que ha costado más que esfuerzos a su partido, incluidos mítines con el candidato protegido por escudos antibala.
La sorpresa llegó al conocerse quién sería su adversario en el balotaje (segunda vuelta entre los candidatos más votados) y por no verse cumplida la esperanza de obtener la mayoría necesaria en la primera ronda (50%) como soñaban los seguidores de Petro.
En este balotaje el Pacto Histórico medirá sus fuerzas con la Liga de Gobernantes Anticorrupción, liderada por el populista independiente Rodolfo Hernández, empresario y ex alcalde de Bucaramanga. Hernández obtuvo un 28%. Deja fuera, de manera inesperada, al considerado segundo candidato por las encuestas, Federico Gutiérrez, quien acabó rondando el 24%.
El revuelo social creado por el Pacto logró movilizar a más de la mitad del electorado a las urnas, llegando a otro valor también en cifras históricas. A ello se añade la presencia de Francia Márquez como candidata a vicepresidenta.
Sin embargo, en ese revuelo supo obtener su ganancia el independiente Hernández. La presencia de este rival no esperado da un vuelco a las dos semanas que restan hasta la definitiva ronda el 19 de junio.
Pese a haber recibido ya propuestas de adhesiones y apoyos del uribismo, Hernández, rechazó las alianzas y siguiendo su línea populista declaró que «su única alianza es con el pueblo, cero Uribe, cero Petro, cero todo».
Con este escenario, resta a la coalición del Pacto Histórico un último esfuerzo que puede ser el más grande, pues la opción de Hernández puede resultar atrayente para parte del electorado. Pese a su edad, 77 (se presenta a sí mismo como «viejito pero sabroso»), se trata de un personaje con cierto carisma de personaje neutral ajeno al «politiqueo» y con un estilo atrevido. Además de ello contará, como es obvio, con la predilección del uribismo, que preferirá a cualquier ganador antes que a Petro.
Resulta irónico que llegue a la vuelta definitiva un candidato «antipolítico» y con un discurso ramplón y vulgar, en un país cuyo pueblo cantaba hasta hace unos días «Uribe, paraco, el pueblo está berraco», y que cuenta más de 250 personas asesinadas en 44 masacres en lo que va de año. Las posibilidades de Gustavo Petro quizá se encuentren en movilizar a parte de la casi mitad de colombianos que no acudieron a depositar su voto en la primera oportunidad.