Altruismo es donar sangre, por ejemplo. A cambio de nada. Donar tus órganos para que alguien tenga una oportunidad para seguir viviendo. Altruismo es sacrificarte por el bien común sin pedir algo a cambio. Altruismo es salvar vidas, devolver la salud, altruismo no es cumplir deseos.
La industria reproductiva sólo nos pide altruismo a nosotras; ni a las clínicas, ni a los abogados, ni a las agencias que operan ilegalmente en España. Nos pide altruismo para conseguir la materia prima más preciada, los óvulos, y paga lo justo para que las mujeres precarias crean que compensa. Porque por más que repitan que no se compra, sólo pagan cuando lo logran. Y así funcionaba cuando pagar estaba prohibido, por las molestias y por los viajes no había sobres. La comisionista que lleva a las mujeres a las clínicas tampoco lo hace por altruismo.
Nos hablan del altruismo como si fuera obligación de todo ser humano. Pero lo hacemos nosotras. Con las mujeres no es más que un engaño, un truco sucio del patriarcado para que sigamos dando sin pedir ni siquiera dignidad a cambio. Porque ni siquiera existimos en los papeles, nosotras, que somos la parte principal, las imprescindibles. Nos borran hasta de nuestro sacrificio, ni para eso contamos.
Altruismo no es arriesgar la salud sin saberlo porque no se molestan en invertir un mísero euro para investigar los efectos secundarios de lo que se inyectan las donantes de óvulos para que sus ovarios trabajen en un mes lo mismo que en veinte. Luego las influencers cuentan que no pasa nada y lo bien que pagan, pero que no se haga por el dinero del que ya hablaron, que se haga siempre por ayudar a otra mujer. Estas influencers y sus publicaciones llenas de filtros y perfección, ese anuncio, el folleto de la clínica sólo hablarán de hacer feliz a la futura madre. Pero no tiene por qué ser verdad. Esos óvulos pueden ser materia de estudio y experimentación en un laboratorio o mercancía en el catálogo de una agencia de gestación comercial.
Altruismo no es ignorar que esos embarazos por contrato, tan medicalizados para que el producto esté en fecha, son de mayor riesgo. Que recurrir a donantes lo incrementa, pero qué más da si luego hay complicaciones o el bebé es imperfecto, para eso tenemos la garantía, y cuando se tuercen las cosas eliminan o abandonan al bebé que ya no quieren. Es el altruismo de visa y cheques, que parece negocio pero se disfraza, y te lo ponen en un envoltorio arco iris, porque los caprichos se ven menos perversos cuando parecen derechos. Las mujeres están para hacer felices a los demás, en especial a los que compran, siempre ha sido así y para el negocio es bueno que a esas mujeres les hagan creer que son ángeles y hadas.
Altruismo no es pincharte hormonas durante casi dos semanas para poder pagar el alquiler. Acabar en urgencias por hemorragias, quedarte estéril o morir de cáncer antes de los cuarenta. Tener complicaciones en el parto y dejar sin madre a tus dos hijos.
Altruismo es lo que te repites mil veces porque en el fondo sabes que te están comprando y que además te estafan. No es por el bien de otros, es a tu costa.
Altruismo no es convertir a una mujer en el medio para que otros puedan cumplir sus deseos.
Altruismo no es regalar la vida que ha creado empleando todo su cuerpo, ni disponer de una persona que ha pensado, alimentado y sentido, porque el capricho de alguien está por encima de la decencia básica del ser humano. No es altruismo porque no son cosas, son personas. No puede ser altruismo porque el bien obtenido es lavar la conciencia de los desalmados.
No es altruismo, sólo egoísmo. Es mercadeo, chantaje, es la libre elección entre la obligación moral y el resentimiento. Una palabra prostituida por el patriarcado.
Altruismo es lo que llevamos haciendo siglos y estamos hartas. Todo por el bien común, que para eso nos educaron, para cuidar, para apoyar, para quedarnos siempre en un segundo plano.
Mientras nosotras ponemos el altruismo, ellos se llevan los honores. En la ciencia, en el arte, en las revoluciones. Nosotras pusimos la lucha y los hijos, ellos se llevaron el mando. Hemos reclamado nuestra voz y nos han dicho que hay cosas más importantes, porque siempre hay una causa más urgente que nosotras mismas, y por el bien común nos siguen negando, hasta que nos necesitan y nos lo pagan, con afecto o dinero, para engañarse y creer que de verdad queríamos hacerlo.
Porque el altruismo que hacen ellos los hace héroes. Benefactores de la humanidad, próceres de la patria, los hace eternos. Lo nuestro es obligación y es costumbre, como todas las costumbres que existen para oprimirnos. No es altruismo, es explotarnos, porque el capitalismo feroz con nuestros cuerpos está en todos lados. Y no será altruismo aunque lo legislen, porque en esa ley nosotras seremos el continente que se conquista y se expolia.
No es altruismo y nunca es libre, es el deseo de los que explotan.
