Otro frente abierto: la protección ante la violencia machista, en riesgo

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Confluencia Movimiento Feminista

El pasado día 3 de noviembre a las 16 horas tuvo lugar una reunión virtual presidida por la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez, y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell. Asistieron mujeres de bastantes entidades feministas, tal como las nombra el propio ministerio de Igualdad en su publicación en Twitter el mismo día una vez concluida la celebración.

El ministerio de Igualdad no había dado publicidad previa al encuentro. Desconocemos cuáles y cuántas fueron las entidades feministas convocadas o cuál fue el criterio de selección. Confluencia Movimiento Feminista no fue una de las invitadas, pero sí lo fue una de las asociaciones confluyentes, que nos lo comunicó y nos facilitó el enlace a la inscripción. Enseguida, unas horas antes de la fijada para la reunión, nos inscribimos sin saber si nos aceptarían, puesto que no nos habían invitado y, a tan solo media hora del comienzo, nos notificaron la admisión. A pesar de la premura, dos de nuestras compañeras asistieron.

Como telón de fondo en la exposición de las representantes de ambos organismos ministeriales, oímos de forma recurrente expresiones como “identidad de género” o “elles”.

Las mujeres que acudieron a la reunión formularon varias quejas. Entre ellas, por la falta de transparencia y de auditorías, para que la ciudadanía conozca de qué forma y en qué partidas se están empleando los fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género; por la externalización de los servicios y recursos contra la violencia machista; por la falta de desarrollo reglamentario de la Ley Orgánica 1/2004, para la que se pidió sustituir la expresión “violencia de género” por “violencia machista”.

Así mismo, algunas mujeres manifestaron lo innecesario de modificar la LO 1/2004, con riesgo de convertirla en un batiburrillo, en lugar de suplir sus carencias en el articulado de otras leyes.

A preguntas explícitas sobre la intención de tramitar una ley abolicionista de la prostitución, no hubo respuesta.

Una de las compañeras de Confluencia Movimiento Feminista planteó la cuestión de si estaba previsto, en la modificación de la LO 1/2004, sustituir sexo por género y la introducción de la “identidad de género”. Más adelante, otra mujer formuló la misma pregunta. La respuesta, aparentemente ambigua, pero reveladora, conociendo la tendencia del Ministerio a justificar con mandatos y derechos humanos inexistentes la introducción de la ideología de la identidad de género en todas las leyes que pasan por sus manos, llegó al final: Es una cuestión de derechos humanos y un mandato incluir la identidad de género en todas las leyes que se aprueben. Segundos después, desde la mesa, dieron por finalizada la reunión. Podemos intuir qué significa esto.

Prometieron más reuniones con organizaciones feministas, aunque sin anticipar fechas ni plazos. Si, en efecto, se celebran y somos convocadas o admitidas, asistiremos e incidiremos en las cuestiones que preocupan -y ocupan- al feminismo, que todas conocemos. La principal, en el contexto de la modificación de la LO 1/2004, surge de la última respuesta que recibimos en esta reunión (párrafo anterior). No sin razones, antes aún de que se planteara por el ministerio de Igualdad la intención de modificar esa Ley Orgánica, en Confluencia Movimiento Feminista -como seguramente en otras organizaciones feministas- sabíamos que eso iba a ocurrir más pronto que tarde durante esta legislatura. ¿Por qué? Porque su proyectada ley trans-LGTBI -que quieren tramitar con urgencia- está basada en la “identidad de género”, lo que choca frontalmente contra la LO 1/2004, que, claramente, determina que la violencia machista se inflige a la mujer por su sexo. La solución ministerial consistirá en alterar el espíritu de esta ley, que protege a las víctimas de la violencia machista, porque la de suspender la tramitación de la trans-LGTBI, como el feminismo reclama, no está en sus planes.

Por lo tanto, tenemos otro frente abierto: evitar que desvirtúen el espíritu de la LO 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Sabemos que con la introducción de la “autodeterminación del sexo”, han modificado ad hoc la definición de mujer para que cualquier hombre que así lo decida, y con su sola palabra, sea considerado mujer a todos los efectos, quedando prohibido indagar en cuáles sean sus causas, motivos o intenciones.

#ResistenciaFeminista
#Hartas

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