Las autoridades chinas instaron al multimillonario Hui Ka Yan a usar su riqueza personal para resolver la quiebra de la Compañía Evergrande, según Bloomberg.
La indicación de Pekín al fundador de Evergrande vino después de que la compañía traspasara el plazo exigido para el pago de un cupón de bonos. Los gobiernos locales, a lo largo de la China, están vigilando las cuentas bancarias de Evergrande para asegurar que el dinero de la compañía se está invirtiendo en completar la construcción de las viviendas acordadas y no está siendo extraviado.
Pekín no está dispuesto a pagar la deuda de Evergrande debido a que el presidente Xi Jinping ha tomado medidas contra la corrupción y la clase multimillonaria, como parte de su política de prosperidad común.
La ruina de Evergrande va más allá de relaciones crediticias, afecta a más de 250 bancos y sujetos, al sector de la construcción entero e incide en el mundo bursátil, afectado por ello en gran medida.
