La experiencia de lo contrapuesto dialogando suele dar muy buen resultado estético, es lo que ocurre cuando pones frente a frente las obras expresionistas de Marc Chagall (1887-1985) con las pinturas góticas expuestas en el Museu Diocesà de Barcelona y la sala capitular de la Catedral de Barcelona. El museo acoge desde este jueves la exposición “Chagall. Los estados del alma”, con grabados y litografías del artista vanguardista. La muestra enfatiza el diálogo intercultural a través de un artista que vivió los horrores de dos guerras mundiales y que personaliza la voluntad de paz y diálogo.
Las 39 obras de Chagall presentes en la muestra en la Catedral de Barcelona y el Museu Diocesà conforman dos ejes temáticos: la serie más femenina que produce Chagall en torno a la Biblia, donde la mujer es protagonista, y “Los siete pecados capitales”, una de las primeras series de grabados del artista creados en 1926.
La Sala Capitular de la Catedral ofrece cinco obras que forman parte de la serie de “Los siete pecados capitales” en diálogo con el patrimonio artístico, entre ellos la que Chagall se representa a si mismo soportando el cúmulo de los pecados. Chagall realizó los grabados de “Los siete pecados capitales” en una tirada muy limitada, y posteriormente recibió el encargo en 1930 de una serie de grabados sobre la Biblia, que se vio frenada por la crisis económica de los años 30. La segunda guerra mundial hace que acabe la serie de la Biblia en 1956, aunque sin tratar todos los libros de la Biblia ni todos los temas que le interesan, pero a finales de los años 50 decide dar a conocer la relevancia de los personajes femeninos en la tradición judeocristiana. Por ello decide crear la serie “Dessin pour la Bible”, en torno a la que gira la exposición en el Museu Diocesà, una serie de 24 litografías en las que se percibe la voluntad de Chagall de mostrar la presencia de las mujeres en el Antiguo Testamento y que será publicada en 1960.
