El pasado jueves, Nizar Banat, activista palestino residente en Dura, al sur de Hebrón – Cisjordania -, fue arrestado en su casa por agentes policiales de la ANP (Autoridad Nacional Palestina), quienes les propinaron fuertes golpes que le causaron la muerte.
Banat era un activista de derechos humanos muy conocido y vigilado desde hace años por la ANP. Muy crítico con la Autoridad Palestina y la gestión de Mahmud Abbas, fue arrestado hasta en 8 ocasiones. En la última de ellas, las palizas que le propinó uno de los agentes policiales con un palo de hierro, según un comunicado del Centro Palestino de Derechos Humanos, le causó la muerte. Una hora después de que le sacaran por la fuerza de su casa, sin que mediara orden de detención contra él, se comunicó su muerte en el Hospital Gubernamental de Hebrón.
Desde entonces, una oleada de manifestaciones y protestas, al grito de “Vete Abbas” y “El pueblo quiere la caída del régimen”, han tenido lugar en distintos lugares de Cisjordania y en la Franja de Gaza, condenando el asesinato de Nizar Banat. Estas manifestaciones han sido duramente reprimidas por las fuerzas de la ANP con porras y gases lacrimógenos, y han sido especialmente masivas en Ramallah, la capital administrativa de Palestina y centro de poder de la ANP. Allí se han reportado numerosos heridos por las fuerzas policiales, así como en Belén y en Hebrón, lugar donde sucedieron los hechos.
Estas manifestaciones han sido reprimidas no sólo por uniformados de la ANP, sino desde ayer también por agentes de seguridad vestidos de civil vinculados al partido nacionalista Fatah, liderado por Abbas y que controla la ANP.
El asesinato de Banat ha coincidido con una campaña de arrestos contra activistas políticos que se inició después de que Mahmud Abbas suspendiera las elecciones legislativas que él mismo había convocado para el pasado 22 de mayo.
El primer ministro, Mohammed Shtayyeh, ha ordenado la creación de una comisión oficial que investigará lo ocurrido el jueves en Dura, Hebrón, si bien las organizaciones de derechos humanos palestinas e internacionales desconfían de esta medida y exigen que la investigación corra a cargo de una comisión independiente.
El pueblo palestino no solamente sufre las consecuencias de la ocupación colonial israelí; también sufre la represión de la Autoridad Palestina, que no es más que un reducto de poder al servicio de Israel y Estados Unidos, resultado de los fracasados Acuerdos de Oslo y que ha llevado a la deriva el proyecto de creación de un verdadero Estado Palestino cohesionado y soberano.
