El mismo día en el que Sánchez ha forzado a Biden al encuentro entre ambos en la cumbre de la OTAN celebrada en Bruselas, se hacía público que España será la sede la misma en el año 2022. En ella que se pondrá en práctica lo decidido ayer en Bruselas: el establecimiento de un nuevo plan estratégico frente a China y Rusia ante la pérdida del dominio mundial de EEUU.
La noticia la anunció el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, junto a Pedro Sánchez en rueda de prensa oficial. Por el momento, el entusiasmo del Gobierno no se ha visto irrumpido por ninguna voz discordante en él. Ni Yolanda Díaz ni Alberto Garzón ni Enrique Santiago, todos ellos miembros del PCE – que defiende la salida de España de la OTAN y la desaparición de las bases en territorio español – y con puestos de responsabilidad en el Gobierno, han mostrado su disconformidad con la decisión ni han anunciado ningún tipo de medida. El PSOE, sin embargo, aliviado por el apoyo incondicional a su gobierno por parte de Unidas Podemos se anota otro tanto ante la prensa nacional, la cual vende el evento como un auténtico éxito de España en el panorama internacional.
