Comunicado de Feministas al Congreso sobre el debate parlamentario de la Ley Trans

Feministas al Congreso

19 de Mayo de 2021

Las promotoras del partido Feministas al Congreso reprobamos enérgicamente el bochornoso espectáculo que presenciamos ayer en nuestra Cámara.

Por eso, ante la propuesta de la llamada Ley trans presentada por varios grupos y el posterior debate sobre su admisión:

1. Manifestamos nuestro desconcierto —que raya en repugnancia— al constatar, una vez más, que los partidos de los que, en principio, cabría esperar una defensa de los derechos de las mujeres, se obcecan —en pro de unos llamados “derechos trans”— en negar la realidad objetiva, a saber: las mujeres sufrimos injusticia y sumisión, no porque “nos sintamos” mujeres, sino porque, en función de nuestro sexo biológico, el patriarcado nos asigna ese estatus secundario e injusto.

2. Hemos comprobado con bochorno, cómo los diferentes portavoces divagaban, apelando tan solo al sentimentalismo huero. Nadie parece tomarse en serio los argumentos de las feministas ni, por lo tanto, da razones para rebatirlos. Nadie explica por qué, para proteger a un colectivo del maltrato, es necesario otorgarle privilegios ni aceptar que legalmente se autodefina como desee, sin control alguno. Ni nadie ha explicado por qué los deseos de ese colectivo han de primar sobre los derechos de las mujeres y convertirse en leyes que los perjudican.

No se han molestado en explicar la ley ni han aclarado de forma argumentada, a partir de asesoramiento experto y datos reales. Lo cual demuestra una falta muy grave de responsabilidad siendo, como son, el poder legislativo, cuyo trabajo afecta a las vidas de toda la población española,

3. Han mentido al hablar de consenso social puesto que llevan meses ignorando completamente al movimiento feminista. Resulta asombroso comprobar cómo el único partido que se ha tomado la molestia de leer nuestras fundadas razones haya sido el PP. Pero, tal cosa no nos alivia en nuestro malestar porque sabemos que, luego, en el conjunto de su política, tampoco ese partido defiende nuestros derechos ni comparte nuestros objetivos.

En conclusión: nos sentimos avergonzadas de esos parlamentarios que dicen ser nuestros representantes. Quedamos atónitas al comprobar, una vez más, que, no solo no nos defienden, sino que ni tan siquiera se toman la molestia de argumentar y debatir seriamente cuestiones que tan profundamente nos conciernen a nosotras las mujeres, que somos la mitad de la población.

Estos parlamentarios, no solo nos indignan, también nos dan vergüenza. 

Ante esta situación, nos reafirmamos en la necesidad de construir alternativas políticas feministas que nos defiendan a las mujeres, a la infancia y a toda la población, ante lo que parece la autoinmolación de la izquierda en el altar del neoliberalismo individualista, frívolo e irresponsable.