La poeta Guadalupe Grande Aguirre ha fallecido en Madrid a los 55 años de edad. Licenciada en Antropología Social, Guadalupe Grande, publicó El libro de Lilit (Premio Rafael Alberti 1995), La Llave de Niebla (2003), Mapas de Cera (2006) y Hotel para Erizos (2010). Como crítica literaria colaboró en diarios y revistas culturales y trabajó en diversas instituciones en el ámbito de la edición y la gestión cultural.
En una casa donde era hija única pero los tres eran artistas comenzó a armar su propio idioma y la poesía fue siempre el trampolín para lanzarse más lejos. “Parte de mi vida es vivir para el poema, vivir hacia el poema y parte de la escritura es encontrar en el poema lo que no sé pensar de otra manera más que escribiendo poesía.”
Una poesía reflexiva y a veces irracional pero de una agitada serenidad porque busca y exige, encuentra y comparte, pregunta y nunca responde porque es mejor impulsarse con las heridas abiertas que volver a preguntar. En los ensayos sobre diversos autores como César Vallejo, Luis Rosales, Carlos Edmundo de Ory, Concha Méndez, Juan Rulfo o Lêdo Ivo, sucedía lo mismo dejando así la huella de sus preferencias éticas y estéticas, literarias y cívicas a partir de la descripción de estos autores. El mundo literario pierde a una de las mejores representantes de un republicanismo serio y de una izquierda de valor esencialmente humanista.