María Jesús Fernández
Durante el año 2020 han sucedido una serie de violencias (las llamo así porque lo son), hacia personas dignas de ser respetadas y admiradas por su trayectoria a lo largo de toda su vida. Ya que es muy fácil llamarse de izquierda sin serlo ni demostrarlo. Y me estoy refiriendo concretamente a la presidenta del Partido Feminista de España, Lidia Falcón. Y no solamente con Lidia Falcón, sino con las feministas que se han atrevido a escribir contra la controvertida Ley Trans que se quiere presentar en el Congreso de los Diputados. Otro ejemplo es lo sucedido con la escritora Lucia Etxebarría, a la que se le ha otorgado el “Premio ladrillo”, acto secundado y aplaudido por la ministra de Igualdad. ¿Es propio de una democracia aplaudir el linchamiento de una mujer por mostrar su desacuerdo con la Ley Trans? No cabe duda que las feministas debemos unirnos y fortalecernos para defender la Libertad de Expresión, que la Constitución Española nos otorga en su artículo 20.
Al ser la que suscribe este artículo, militante del Partido Feminista y miembro de la Comisión política, me veo en la obligación de escribir todas estas distopías que están ocurriendo a nuestra presidenta y a nuestro Partido Feminista.
En diciembre de 2019, Lidia Falcón firma el manifiesto, elaborado por la Comisión Política, en el que se mostraba el desacuerdo con la Ley Trans que el gobierno de España pretende aprobar, argumentando el daño que dicha ley causa sobre la infancia, a través de los bloqueadores de la pubertad, hormonas y medicamentos que deben seguir de por vida. Y así la Fiscalía de odio la cita por una denuncia de la plataforma Trans sumándose la directora de Igualdad de la Generalitat de Cataluña.
Citar la Fiscalía de Odio a la mayor Feminista de este país, que ha demostrado a lo largo de toda su vida la lucha por la Defensa de las Mujeres y los DD.HH. con 44 publicaciones, defendiendo siempre los problemas y violencia que soportamos las Mujeres. Es en enero del 2020 cuando la Plataforma Trans presenta la denuncia. Esta distopía en un estado de derecho no se concibe.
En febrero del 2020, IU expulsa de su organización al Partido Feminista por manifestarse en contra de la Ley Trans sin ser conocida dicha Ley por la mayoría de la militancia. El Diario Público en junio del mismo año le comunica a Lidia Falcón que no puede seguir escribiendo los artículos que durante quince años ha venido realizando.
La Libertad de expresión es un Derecho fundamental, reconocido en el artículo 19 de la Declaración de Derechos humanos de 1948 y en el artículo 20 de la Constitución Española. Por ello, me veo en la obligación, como persona feminista que soy, de defender, escribir y hablar sobre esta inmensa injusticia que se está cometiendo contra Lidia Falcón, la gran feminista y luchadora por los graves problemas que sufrimos las Mujeres en nuestro país. Y para reivindicar la Libertad de expresión que intentan arrebatarnos.
Lidia Falcón ha mostrado en numerosas intervenciones públicas y en artículos su rechazo al independentismo catalán, por lo que no cabe duda que se trata de un juicio político, donde la Libertad de Expresión se pone en cuestión.
Lo que ha sucedido el 14 de diciembre en la Fiscalía de Madrid determinará el futuro de las Mujeres (ya lo declaramos en nuestro manifiesto), y la lucha feminista que durante más de dos siglos venimos manteniendo para conseguir los derechos adquiridos, hoy puestos en cuestión por la Ley Trans que este gobierno ansía aprobar, ya que pretende borrar las categorías biológicas Hombre-Mujer. Se trata pues, de una persecución a la lucha de las feministas por la emancipación de las Mujeres.
Vemos y observamos como desde el mal llamado Ministerio de la Igualdad, no se nombran ni abordan los problemas fundamentales y graves que sufren las Mujeres, sino que en nombre de la diversidad, no se dan premios a las Feministas radicales, a las feministas que analizan el feminismo desde la raíz de los problemas. Es un grave inconveniente el que tenemos en nuestra democracia donde al contrario, a la mayor feminista y luchadora de nuestro país, Lidia Falcón, la Fiscalía de Odio la cita y la interroga. Las verdaderas feministas no lo vamos ni lo debemos consentir. Y lo estamos manifestando.
Es por lo que nuestra presidenta ha tenido que hablar en medios considerados de derechas donde la han llamado, mientras que otros medios, llámese Público, donde durante quince años ha escrito sus artículos, no le permiten desde hace mas de dos meses publicar absolutamente nada: Esto no se llama ¿“Falta de Libertad de Expresión”?
Teniendo en cuenta que Lidia Falcón, desde los años setenta ha defendido al colectivo que aquellos años sí estaban oprimidos y defendió a costa de ir a la cárcel, es una inmensa Injusticia lo que está sucediendo en estos momentos en un Estado de Derecho y en esta llamada Democracia, donde la Lucha de Clases ni se nombra, y donde todo es diversidad.