Pese a que los expertos consideran prematura la vuelta a la actividad económica de los sectores no esenciales, que habrían alargado una semana más, este lunes los proletarios del Estado Español se han visto obligados a volver al tajo arriesgando sus vidas y las de sus familias.
Tras presionar durante semanas, la patronal y la banca han conseguido que los trabajadores vuelvan a sus puestos de trabajo aunque el 95% de ellos lo van a hacer sin poder cumplir las medidas de protección adecuadas, según afirma la misma CEOE.
Ante este hecho, expertos como Antoni Trilla, jefe de Epidemiología del Hospital Clínico de Barcelona aseguran que «lo lógico es que aumente el número de contactos y, por tanto, el número de casos».
En autobuses y vagones de metro atestados, en puestos de trabajo que no pueden mantener los dos metros de separación necesaria, sin mascarillas ni guantes los trabajadores volverán a producir la tan ansiada plusvalía para que sus patronos conserven su modo de vida intacto. Poco importa la vida de la mayoría de la sociedad cuando lo que está en juego son las cuentas corrientes de los poderosos. Confiamos en que la avaricia de unos pocos no nos lleve a lamentar un rebrote de la enfermedad.