Durante este pasado fin de semana, la Franja de Gaza ha sufrido intensas lluvias que han causado inundaciones y daños materiales. Las ya precarias infraestructuras de Gaza sufren así un deterioro aún mayor, agravadas de por sí por los ataques cíclicos – en forma de bombardeos masivos – de las fuerzas de ocupación sionistas.
A esta desastrosa situación, en un enclave del mundo en el que 2 millones de personas viven en una cárcel al aire libre – conviene recordar que la Franja de Gaza sufre un bloqueo por tierra, mar y aire desde 2007 -, se le suma la criminal y asesina política israelí de devastar todo lo sea o provenga de Palestina.
En esta ocasión, y no siendo la primera vez que Gaza padece de inundaciones y que Israel abre sus presas para agravar aún más la situación, la entidad sionista ha abierto diques de acumulación de aguas pluviales, descargando fuertes caudales hacia el Valle de Gaza, según informó el municipio de Nusseirat, situado en el centro de la Franja.
Asimismo, según informa el corresponsal de PalestinaLibre.org en Jerusalén, lo que pretende Israel con estas acciones es que cientos de hectáreas de tierras agrícolas sean inutilizadas, destrozando además de las siembras, instalaciones agrícolas, equipos y maquinaria.
