El nuevo capitalismo informático

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“Cada capital se esfuerza por captar la mayor parte posible del mercado y por suplantar a sus competidores y excluirlos del mercado”
Marx. Teoría de la plusvalía

La transformación del conocimiento con la información recibida es una condición necesaria para convertirlo en mercancía, en 1964, McLuhan utilizó el concepto de “aldea global” como visión premonitoria del papel potencial de la alta tecnología y las comunicaciones internacionales, de permitir a los individuos de las más diversas partes del mundo experimentar simultáneamente a la totalidad del mismo.

El papel del conocimiento en el proceso de valorización del capital a partir de los cambios producidos en los últimos treinta años en la naturaleza de los medios de producción, las formas de organización del trabajo, la propia naturaleza del trabajo,  las formas de realización del valor y los patrones de consumo, constituyen la base sobre la que se está configurando una nueva etapa en el desarrollo del capitalismo a nivel mundial, el ascendente capitalismo informático.

Más allá del nombre en sí que se le dé a la nueva etapa importa la caracterización particular que se haga del desarrollo del fenómeno, de cómo se establecen las relaciones de causalidad o de jerarquía, a partir de los cuales comprender lo específico de su desarrollo, la existencia de una nueva centralidad de la información y el conocimiento en el cambio económico y de cómo estos elementos son integrados para caracterizar una nueva etapa del desarrollo capitalista en pos de incrementar la tasa de ganancia. El concepto de modo de producción hace referencia a los procesos, a las revoluciones tecnológicas que afectan el modo en el que se producen las cosas.

Alejandro Dabat [1] en “Capitalismo informático y capitalismo industrial. Acercamiento al perfil histórico del nuevo capitalismo” desmenuza la importancia directa de las nuevas tecnologías que constituyen la base de nuevos medios de producción de carácter electrónico-informático, cuya naturaleza flexible y reprogramable marca un salto cualitativo en su potencial productivo respecto a la típica maquinaria mecánica del capitalismo industrial. El salto fundamental, en este sentido, es el conjunto de dispositivos electrónico-informáticos, con base en las computadoras desarrolladas desde los años setenta, que permiten una revolucionaria capacidad de almacenamiento, procesamiento y transmisión de la información.

Los nuevos medios informáticos, constituyen nuevos medios de producción. Si los medios de producción son, ante todo, mediaciones entre el hombre y la naturaleza, entre sujeto y objeto, que alteran nuestras experiencia sensible del mundo, los nuevos medios de comunicación e información son mediaciones de nuevo tipo que alteran mucho más nuestra experiencia del mundo. En el nuevo capitalismo los conocimientos, los saberes formales, son entonces tanto medios de producción como mercancías, tanto productos como procesos.

El proceso de valorización se completa una vez que el valor creado en el proceso de trabajo se realiza en el mercado (en la esfera de la circulación), permitiendo la transformación del dinero en capital. Las transformaciones recientes en los procesos de creación y apropiación de valor son de tal magnitud que configuran una ruptura en la dinámica de acumulación de largo plazo respecto a la que caracterizaba al capitalismo industrial.

La economía del conocimiento

El conocimiento, en tanto facultad humana de comprensión, creación, comunicación, etc., alude a la codificación del conocimiento a través de un proceso de transcripción en representaciones simbólicas que puedan almacenarse y transmitirse. De este modo, el conocimiento participa del proceso de creación de valor a través de su incorporación en sus dos componentes fundamentales: los medios de producción y el propio trabajo vivo. Entendiendo como “trabajo vivo”  la fuerza de trabajo efectiva, en acto, en contraposición del “trabajo muerto”: son las máquinas o la materia prima  que compra un capitalista en la medida en que son fruto de un trabajo pasado, objetivado ya.

Marx definió a la ciencia como una de las principales fuerzas productivas del capitalismo y colocó a la tecnología y la innovación como dos de las fuerzas explicativas centrales de la dinámica del sistema. Si bien su línea de análisis principal se centra en la maquinaria, el excedente económico (plusvalor) y la acumulación, así establece una relación directa entre ciencia y maquinaria como lo describe en “Elementos Fundamentales para la crítica de la economía política”:

«El desarrollo de la maquinaria […] sólo se verifica cuando la gran industria ha alcanzado ya un nivel superior y el capital ha capturado y puesto a su servicio todas las ciencias […] Las invenciones se convierten entonces en rama de la actividad económica y la aplicación de la ciencia a la producción inmediata se torna en un criterio que determina e incita a ésta»

La especificidad de la nueva etapa histórica: conocimiento e información

La caracterización parte del papel central de la revolución informática en la transformación de los medios de producción, a partir de la difusión de la tecnología digital y la generalización del uso social del principal medio central de producción, la computadora. El desarrollo de la nueva

tecnología y los nuevos medios de producción conducen a la constitución de un nuevo sector productivo denominado electrónico-informático  compuesto por bienes tangibles e intangibles y servicios, una nueva especificidad añadida a la reproducción social en su conjunto.

Según Marx, el capitalismo industrial planteaba:

a)la desposesión de los medios de producción y subordinación directa o indirecta al capital

b) la exclusión del trabajo (ejército industrial de reserva)

c) la simplificación del trabajo y fraccionamiento del trabajo.

En el nuevo capitalismo informático se modifica profundamente la organización y dinámica del capital, al imponer:

a) la preeminencia de un nuevo tipo de propiedad (la intelectual)

b) un nuevo tipo de empresa (la empresa flexible tipo red que separa diseño y producción material)

c) un nuevo tipo de competencia, basada fundamentalmente en la búsqueda de ganancias extraordinarias de innovación (rentas tecnológicas).

Algunas de sus características centrales son:

a) El papel central de bienes de naturaleza intangibles (software, diseño), fenómenos inexistentes en anteriores etapas del capitalismo industrial

b) Sustitución por la computadora de funciones delimitadas del cerebro humano

c) Se despliega un nuevo tipo de vinculación de la producción con el espacio físico: la digitalización de la producción, al favorecer el crecimiento de la producción a larga distancia a través de cadenas de subcontratación (más o menos internacionalizadas.

d) Desarrolla la división del trabajo basada en el conocimiento, el nuevo papel del conocimiento da lugar a un nuevo tipo de complejización[2] del trabajo: que incluye a los trabajadores especializados en las nuevas funciones intelectuales del nuevo capitalismo, a los operadores y trabajadores de mantenimiento de los nuevos medios de producción informáticos y a la amplia masa de trabajadores formales en proceso de recalificación bajo el imperativo de la competencia. Pero que deja fuera una enorme masa de trabajadores excluidos, cuyo perfil tiende a confundirse cada vez más con el de la ampliación de la brecha digital.

Las tecnologías disruptivas

Miguel Ángel Rivera Ríos, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM diagrama la naturaleza del cambio histórico, la implicación de procesos prolongados y complejos parten de un núcleo inicial de propagación que se continúa con la constitución, difusión y ampliación del nuevo paradigma tecnológico. Éste busca la complementariedad con las restantes estructuras de la reproducción social a las que va destruyendo o readaptando a sus necesidades. La destrucción creativa de nuevas técnicas disruptivas condiciona los sistemas tecnológicos preexistentes, que se vuelven obsoletos.

José L. Bower y Clayton Christensen, introdujeron el término de tecnologías disruptivas en el artículo “Disruptive Technologies: Catching the Wave” publicado en 1995. Son aquellas herramientas que consiguen provocar un gran cambio en los procesos y mecanismos anteriores a su aparición, así como un cambio en el comportamiento de los usuarios. Se caracterizan además por su simplicidad, por ser accesibles y asequibles, y conviven durante un tiempo con las tecnologías anteriores hasta que las terminan por desplazar por completo. Provocan la aparición de nuevos productos (mercancía) y dan lugar a nuevos mercados. Por ejemplo, las primeras radios de transistores de Sony sacrificaron la fidelidad del sonido, pero crearon un mercado para las radios portátiles al ofrecer un conjunto nuevo y diferente de atributos: tamaño pequeño, peso ligero y portabilidad. Otro ejemplo más reciente fue la aparición del iPhone, que la tecnológica Apple lanzó en 2007 y que supuso una revolución al popularizar el uso de internet en el móvil.

Tres aspectos a tener en cuenta respecto al desarrollo del capitalismo informático:

1. El  desarrollo del capitalismo informático, de la economía del conocimiento y de la producción inmaterial, se ha

traducido en la revalorización del trabajo industrial.

2. Que el nuevo trabajo de conocimiento en su sentido más estricto (científico, profesional y técnico avanzado) sólo alcanza a una parte aún muy reducida del trabajo social, que los conocimientos agregados por la educación y la capacitación a la fuerza de trabajo global (conjunto de los trabajadores del mundo ocupados formalmente) sólo es un agregado adicional que aún no transforma cualitativamente la composición de valor del grueso de la fuerza de trabajo y que se corresponde con la aparición de un nuevo tipo de analfabetismo tecnológico asociado a la brecha digital que afecta a una amplia mayoría de la población mundial.

3. Que el papel productivo de los bienes intangibles y servicios dentro de la producción social (programación, diseño, servicios), si bien alcanza expresiones revolucionarias como el software o modifica la división interindustrial e interempresarial del trabajo, mantiene entre sus principales componentes actividades como el transporte y las comunicaciones, el mantenimiento y soporte técnico del funcionamiento del equipo y la infraestructura material de la producción activos en sí mismo, que continúan estando, como en etapas anteriores, en manos de  los accionistas y grupos de control de las corporaciones.


[1] Dabat, A. (2006), “Capitalismo informático y capitalismo industrial. Acercamiento al perfil histórico del nuevo capitalismo”, Economía Informa, FE-UNAM, núm. 338

[2] Trabajo complejo: trabajo que requiere obreros calificados en la producción de valor.

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Juan López Páez
Juan López Páez. Madrileño. Biólogo, miembro del CEFMA (Centro de Estudios y Formación Marxista) e integrante del Comité de RRII del PC argentino. Colaborador de la Revista "Cuadernos Marxistas" en temas de ecología y marxismo, geopolítica y relaciones económicas China - UE.

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