Algunos hombres buenos

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Por Pilar Aguilar Carrasco

Algunos hombres buenos y progresistas, que me son afectivamente cercanos dicen que cometemos un error yendo por nuestra cuenta (nosotras, las feministas) a las elecciones.

Opinan que, para detener a la extrema derecha, solo caben frentes amplios del tipo del que se presenta a las elecciones de este domingo en Francia. 

Pregunto ¿cómo se crea un frente amplio? Pues pactando y negociando consensos. En esa negociación, se supone que todas las fuerzas renuncian a parte de sus  exigencias a cambio de que otras sean atendidas ¿estamos de acuerdo, verdad? 

Pues ese Nouveau Front Populaire, en sus 23 páginas de programa, no propone nada, absolutamente nada para que las francesas avancen en igualdad. Nada que palie la pobreza y el paro femeninos. Nada contra violencia (en 2023, han sido asesinadas 134 mujeres y 84.000 han sido víctimas de agresión sexual). Nada sobre coeducación. Nada en ningún otro aspecto. Nada, repito, nada

Veamos ahora nuestro país. Hombres buenos, decidme: en la anterior legislatura ¿el gobierno atendió alguna de nuestras reivindicaciones? Y en las elecciones de 2023 ¿pactaron algo con las feministas? ¿asumieron un solo punto de nuestra agenda? En las europeas ¿incorporaron alguna medida específica para mejorar la vida de las mujeres de la UE? Pero si ni siquiera exigen que los estados miembros aprueben el aborto, ni que prohíban la explotación sexual y reproductiva de las mujeres… 

Entonces, hombres buenos (si de verdad sois buenos):

  1. ¿No os parece indignante que, por ejemplo, en veintimuchos años de gobierno “progresista” no hayan aprobado una ley contra la prostitución y dejen que se alquile impunemente la capacidad reproductiva de las mujeres y se compren bebés?
  2. ¿Os parece normal y soportable que en 2023 fueran asesinadas 103 mujeres en España y que la cifra haya crecido en estos últimos años? 
  3. En 2023, las violaciones aumentaron un 14% ¿qué pensáis, hombres buenos?
  4. ¿Y qué pensáis de la pobreza del paro y femeninos mayores en varios puntos? ¿Y de las pensiones -menores, por supuesto-?

¡Ah, sí, opináis que todo eso es por culpa de la extrema derecha! Porque, claro lo positivo es mérito de esos partidos “progresistas”, lo malo es culpa de los otros. Los otros han empujado a los progresistas a abandonar la educación para la igualdad y a imponer protocolos trans que refuerzan las ideas más retrógradas sobre el sexo y el género. Son los otros los que, durante estos cinco años, les han imposibilitado hacer campañas contundentes de sensibilización ciudadana contra la violencia y les han impedido revisar las leyes (si 40% de las asesinadas habían interpuesto denuncia es que bastantes puntos fallan). Los otros les han prohibido que presten atención a la salud de las mujeres y a la maternidad… Y así sucesivamente… (Y, por favor, no mentéis como un gran avance la chapuza llamada Ley de solo sí es sí). 

Entonces, hombres buenos, cuando nos pedís que los apoyemos ¿qué nos estáis pidiendo en realidad? Nos pedís que dejemos de lado nuestras reivindicaciones. Así de claro. Así de brutal. Nos lo pedís porque, en el fondo no nos veis. Somos algo más de la mitad de la población, pero no nos veis. Ni os importamos. Aunque las cifras de desigualdad sean contundentes no termináis de tomároslas en serio. Lo de los asesinatos, las violaciones, la pobreza, la salud… Sí, os parece mal, pero pensáis “lo importante es lo general” y ni os dais cuenta de que “lo general” no nos basta.  Sois tan androcéntricos que, por ejemplo, presumís de que al aumentar el salario mínimo se está beneficiando a las mujeres. Sí, claro, pero ¿no podéis entender que no queremos seguir en los márgenes ni en la cola? 

Y ahora vais y me decís: “Es que con los otros será peor”. ¿No os avergüenza usar ese chantaje?¿Por qué no os planteáis que si la ultraderecha aumenta es porque la izquierda ha dimitido de su obligaciones ideológicas, morales, políticas, económicas y se ha vendido a neoliberalismo? ¿queréis que también el feminismo renuncie a un horizonte de igualdad y justicia?

Es que, además, hombres buenos, no se os oye exigiéndoles de forma contundente y pertinaz a esos partidos “progresistas” que pacten con las feministas. Nos pedís a nosotras que olvidemos nuestras exigencias, no les pedís a ellos que las asuman. Quizá alguna vez en privado reconozcáis que no hacen nada por nosotras, pero en público, abiertamente y con tenacidad, calladitos. 

En resumen, en el fondo nos culpáis de que, si a la izquierda le va mal, es porque nosotras no cumplimos con nuestro deber mujeril: aguantar, consentir, atender a los demás, ser para otros…

Pues sí, ya somos 30.000 rebeldes y vamos a poner todo nuestro empeño en ser cada vez más numerosas. 

1 COMENTARIO

  1. Brillante reflexión de Pilar Aguilar. Espero que alguno de esos hombres buenos lea este artículo con atención

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