A última hora e “in extremis” se ha firmado un preacuerdo, a falta de ser ratificado por la asamblea de delegados y afiliados, entre la patronal del metal y los sindicatos CCOO y UGT, lo que ha llevado a paralizar la huelga de 12 días prevista en el sector y que pretendía ser masiva.
Tras más de 12 horas de reunión, fuentes de los dos sindicatos anteriormente mencionados comunicaron que la última propuesta puesta sobre la mesa había sido “suficiente para suspender los tres primeros días de huelga”. Según lo que avanzaron, se habían conseguido “avances en aspectos como los salarios, los pluses y las dietas, las reducciones de jornada, las subrogaciones o los permisos”.
Sin embargo, Corriente Sindical de Izquierdas ha mostrado su rechazo a esta desconvocatoria, y señalan el “circo” del preacuerdo, calificándolo como una “simulación de duras negociaciones para llegar a un acuerdo beneficioso para la patronal, con avisos de huelga que nunca llega ni se le espera”.
Asimismo califican como “falta de seriedad” la actitud del resto de sindicatos, que dicen no tener “compromiso con las demandas de los 25.000 trabajadores del sector”.
Las jornadas de huelga se habrían puesto en marcha a consecuencia de la “cerrazón” de la patronal, cuyas propuestas eran insuficientes para trabajadores y sindicatos, dado que la subida salarial sería de un 0’5% frente a una subida del IPC del 3’3%. También habría un aumento de la flexibilidad laboral así como un “retroceso en los procesos de subrogación, conciliación y reducción de la jornada laboral”, según denunciaban fuentes sindicales.
