Momentos de tensión se vivieron hoy en el pleno del Ayuntamiento de Sevilla en el que se iba a tratar la Declaración Institucional que valoraría la municipalización del Servicio de Ayuda a Domicilio. Finalmente la propuesta, impulsada por los concejales de Podemos e Izquierda Unida, ha sido rechazada por el voto en contra de los representantes del Partido Popular. Bastaba que uno de los partidos políticos representados manifestara su negativa para detener el proceso, pues ese tipo de iniciativas precisa del acuerdo de todos los grupos.
Las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio llevan acampadas frente al Ayuntamiento sevillano de manera permanente desde el día 1 de abr¡l, en iniciativa del sindicato CGT. Son por tanto 30 los días que llevan concentradas de manera contínua en la sevillana Plaza Nueva, sin haber sido atendidas por el Alcalde, el popular José Luis Sanz.
Probablemente ese estado de agotamiento debido a la rigurosidad de todo un mes en acampada, unido a las ya de por sí exigentes condiciones que rodea el trabajo de las Auxiliares de Ayuda a Domicilio –sometidas a grandes cargas de trabajo por las empresas privadas-, ha provocado que una de las trabajadoras que acudió a apoyar en el pleno ha sufrido un desvanecimiento que ha obligado a detener el acto durante más de media hora. Una ambulancia tuvo que atender a la auxiliar, que pudo recuperarse y se encuentra restablecida aunque a la espera de ser valorada por su médico.
No es la única compañera que se ha sentido indispuesta durante el pleno debido a la tensión. Recordemos que este colectivo es uno de los más frágiles ante los riesgos laborales y que más medicación necesita, debido a la dureza que supone en muchos casos tratar con personas dependientes, sin apenas material de apoyo como grúas (que las empresas privadas regatean), en turnos partidos y desplazándose de un domicilio a otro a voluntad de las coordinadoras de esas empresas.
Riesgos laborales que, además, aún no son reconocidos y que por tanto no merecen atención según la normativa actual. Esa dignificación laboral, unido a los bajos salarios y las pésimas condiciones señaladas, eran parte de las reivindicaciones que las trabajadoras pretendían solicitar con la propuesta de hoy. Reivindicaciones que entienden serían logradas con la municipalización del Servicio. Un Servicio que el Ayuntamiento sevillano, como tantos otros, subcontrata a empresa privadas del sector que controlan el monopolio nacional de este tipo de actividades y pertenecen a multinacionales de la salud que acumulan capitales millonarios.
Como decimos, la propuesta no ha seguido adelante debido a la negativa del PP, que hubiera significado simplemente el estudio de la propuesta de municipalización. Que se solicite el control público del Servicio, en vez de su manejo por intereses privados, no sólo mejoraría de manera ostensible las condiciones de trabajo de las trabajadoras, sino que permitiría la mejora también del propio servicio y por tanto dignificaría a los usuarios que reclaman por necesidad estos servicios, muchos de los cuales mueren antes de haberles sido reconocida la prestación.
Ese suculento interés económico es el motivo por el que los partidos políticos conservadores se niegan a que sea organizado por los propios trabajadores a través de entidades públicas, que controlarían los capitales -también públicos- de los que se nutre el Servicio. Quizás por ello los políticos de la derecha se vean a veces en el brete de tener que inventar excusas para salir del paso. Ese ha sido el caso del alcalde popular sevillano, José Luis Sanz, quien en el pleno de hoy aseguraba que ya había indicado una fecha para reunirse con las representantes sindicales de la trabajadora, noticia que desconocían las propias interesadas y que, por tanto, han sabido hoy. Será el próximo 6 de mayo la fecha en que sean al fin recibidas, según se ha destapado hoy en el soprendente anuncio del Alcalde.
De todos modos, las delegadas de CGT advierten que no tienen la menor intención de retroceder y anuncian que la acampada permanente se prolongará el tiempo que estimen oportuno y sin ceder en sus legítimas y lógicas reivindicaciones.