Isidro Páez. Investigador CEFMA
Hasta el último minuto no se resolvió el dilema de los candidatos de presidente y vicepresidente entre las filas del peronismo para las elecciones generales, al final se eligió el tándem Massa – Rossi.
En un giro inesperado Sergio Masa será candidato por la confluencia «Unión por la Patria», el hombre de la influyente embajada norteamericana en Buenos Aires, la que practica la Doctrina Monroe a rajatabla. Massa el defensor del pago de la astronómica deuda financiera al FMI heredada de Macri, la historia se repite de nuevo, si antaño fue Menem ahora el oficialismo se inclinó por Massa.
El superministro de Economía que impuso como plataforma de despegue la directora general, Cristina Kirchner servirá para que el país siga perdiendo soberanía frente al Norte global, el cipayismo proseguirá su curso en este país, el «milagro argentino» consistirá en haber logrado una inflación anual del 117%, con los segundos salarios más bajos de toda América Latina (USD 182,7) sólo superado por Venezuela.
La caída de los salarios provocó que su participación en el PBI bajó 10 puntos en cinco años, es decir empobrecimiento por trasvase de rentas a ganancias empresariales, al unísono se produjo una subida de los precios de tarifas y alimentación debido a la inflación y el precio de alquiler de viviendas se duplicó.
En el país la pobreza siempre se ubicó por fuera del trabajo formal y registrado, estaba presente la pobreza en los sectores informales, en los sectores precarizados, éstos soslayaban la situación mediante el clientelismo de planes sociales de ayuda. Ahora el fenómeno es algo que nunca se había conocido en Argentina, el de los trabajadores registrados en relación de dependencia, pobres, la polarización de la riqueza sigue creciendo.
Dentro del sistema de democracia burguesa imperante, el resultado será que, en las próximas elecciones de octubre, la población tendrá que elegir entre dos candidatos de derecha, uno más extremista que el otro en cuanto a reprimir la violencia en la calle, Larreta o bien Bullrich y el otro del llamado «campo popular y nacional». Entrambas opciones al servicio del amigo estadounidense, una y otra elección con un concepto al servicio de la dependencia controlada del país por el FMI.
Que curioso que el autor de este artículo se refiera a Larreta y a Bullrich como DERECHA, pero mantenga la prudencia con Massa, refiriéndose a él como un candidato «del llamado «campo popular y nacional»». Si el Sr. Juan López Páez estuviese bien informado sabría perfectamente que no hay nada más demagógico, despótico y corrupto que el kirchnerismo, y que los niveles de inseguridad que viven los ciudadanos en el espacio público son insostenibles. Calificar rotundamente de DERECHA a dos candidatos que podrían equivaler a un Pedro Sánchez confunde a los lectores y refuerza la mentira de que el kirchnerismo es «izquierda», a pesar de que, a diario, la realidad pruebe lo contrario.