Pilar Aguilar Carrasco, Analista y crítica de cine.
Tres supuestos:
1. Un negro (corriente, ni especialmente guapo, ni con pinta de rico), un obeso, un inmigrante (un inmigrante, no un “extranjero”) de aspecto modesto y/o sin hablar bien español, un árabe, un gitano y un trans (a cada uno de estos tres últimos se les debe notar su condición) buscan piso ¿Quién tendría más posibilidades de ser aceptado como inquilino?
2. Una negra (digo como antes: sin ser especialmente guapa), una mujer árabe con pañuelo, una chica con anorexia avanzada, una gitana (y que se note que lo es) y una trans postulan de dependientas de una tienda ¿Quién se quedaría con el empleo?
3. En un centro de enseñanza, entre el alumnado de 12/13 años, hay una niña ostensiblemente pobre (ropa, calzado, mochila, etc.); un niño que, cuando surgen carreras, codazos y empujones, en vez de lanzarse a la melé, pone cara de susto y se esconde; una niña que, sin ser claramente discapacitada, es muy torpe de movimientos; un niño cuya obesidad le impide jugar con soltura; una niña que todos consideran fea; un niño negro; una niña árabe con pañuelo; otra niña gitana; un niño “rarito”, autista, por ejemplo; un niño que dice que es niña o una niña que dice que es niño ¿Cuál de ellos y ellas tiene más posibilidades de sufrir acoso, menosprecio, bromas pesadas, insultos, agresiones diversas?
Me diréis que depende… Y sí, claro, intervienen otras variables. Así, en el primer caso, depende probablemente de quien presente mejores avales; en el segundo, del tipo de comercio (si es moderno-guay la respuesta está cantada y también está cantado a quién no contratarían de ninguna manera en ninguna tienda). En el tercer caso, depende de otros condicionantes: de si, por ejemplo, el chico o chica cuenta con cinco o seis amigos fieles y sólidos o –y esto es crucial- de las tipologías de los personajes que vean en los programas de la tele, en las series o películas… ¿Algunos con las características antes mencionadas son protagonistas o tienen un papel importante, positivo, simpático, seductor, interesante…?
Pero ¿En cuántas series aparecen gitanos o árabes seductores? ¿Y en cuántas aparecen trans interesantes?
Sigo preguntando:
¿Qué creéis? ¿Qué hay más trans o más gitanos en paro?
¿Cuántos cursillos, seminarios, encuentros, conferencias, etc. se están impartiendo entre el profesorado, el alumnado, las AMPAs para combatir las discriminaciones, el acoso contra niños y niñas que no responden a los “modelos”? (descontando los que predican el nuevo modelo trans como solución a todos los males).
¿Qué medidas serias, profundas, completas se están implementando en los centros de enseñanza para fomentar la igualdad? ¿No es la educación pilar básico para buscar un mundo más justo? Entonces ¿por qué la coeducación sigue siendo “nota a pie de página” y no cuerpo esencial de los currículos?
¿No hay en España muchos más niños y niñas que sufren por ser de minorías étnicas, por tener alguna “peculiaridad” o por ser pobres que por ser trans? ¿Por qué los protocolos educativos solo prestan atención a los trans y olvidan otras desigualdades?
Comparemos ¿Cuántos artículos se publican diariamente comentando las discriminaciones que sufren las personas trans y cuántos comentando los demás tipos de discriminaciones que sufren otras muchas personas? (por ejemplo, los más de tres millones y medio con alguna discapacidad).
Ojeen la prensa, escuchen o vean los programas de la radio y la televisión ¿a cuántos personajes se les promociona, se les publica, se les fotografía a cuenta de su “peculiaridad”? (me refiero a una peculiaridad que no sea la de ser trans).
Además de un trans ¿Cuántos niños han subido a la tribuna de algún parlamento para contar su situación?
Y así podría seguir preguntando…
Bueno, pues ahora decidme ¿La discriminación no duele igual sean cuáles sean las causas que la provocan?
Si sois personas bienintencionadas, creo que vuestras respuestas no pueden diferir mucho de las mías. Claro que podéis alegar: “Sí, cierto, pero es imposible luchar por todas las causas y yo he elegido la mía: la causa trans”.
Bien, cada cual elige su causa.
Pero ahora pregunto ¿Un Ministerio puede igualmente “elegir su causa” y dejar en un quinto plano todas las demás?
Yo creo que la causa las mujeres debería ser la más importante, aunque solo fuera por constituir la mitad de la población y porque las mujeres, en conjunto, están más sometidas, abusadas, explotadas, agredidas… A pesar de ello, admitamos que el Ministerio de Igualdad no las considere su prioridad. Pero ¿No os escandaliza que solo atienda a las personas trans? ¿Por qué no presenta proyectos de leyes similares a la ley trans a fin de proteger a los demás colectivos (algunos muy numerosos) que sufren aún más discriminaciones y atropellos?
Personas bienintencionadas ¿De verdad aprobáis que el Ministerio esté tan escandalosamente escorado y sea tan parcial?
