Guzmán Villardón, @GuzmanVillardon
Ruido de sables a mi alrededor
quebrantan mi sueño dormido
para respirar con sigilo
mientras el alba traicionera
anuncia muerte en cada suspiro.
Alba de sangre y dolor.
De asesinos noveles
de muerte segura.
Maldita sea.
Esta es mi última luna
mi último amanecer
que no llega
que marchita mi única Rosa amarilla.
Mis huesos golpean
ese campo minado de cruces.
Muertes al alba.
Muertes por la espalda.
Muertes injustas todas ellas.
Hoy me marcho
sin que lo sepas
cariño mío.
Solo mi sombra y la luna lo saben
compañeras de tantos viajes
de tantos anhelos
de este mi último aliento.
Dedicado a Federico García Lorca