El portavoz de la plataforma vecinal Barrios Hartos, Juan García, fue arrestado en el mediodía de ayer durante la protesta pacífica de un grupo de vecinos en la sede del sevillano distrito Cerro-Amate, en el que pretendían reclamar la atención de los responsables para recibir alguna explicación sobre los cortes de suministro eléctrico que vienen sufriendo los barrios obreros en los últimos años, y por los que siguen sin obtener una respuesta satisfactoria.
Aunque a las varias horas fue puesto en libertad, gracias a la mediación de abogados del sindicato CGT, y con cargos de imputación de delito de allanamiento, se trata de un claro caso de represión policial, realizado para tratar de amedrentar a los vecinos en este tipo de protestas pacíficas, que se producen sin la menor violencia pese a ser un problema de enorme gravedad y que está enquistado por la inacción de los responsables políticos desde hace años.
Se produce esta represión, además, en el contexto de la polémica sobre una supuesta derogación de la Ley Mordaza, en la que los miembros del Gobierno han vuelto a escenificar un roce en el cumplimiento de sus promesas, de manera que estas quedan sin cumplir o matizadas y con el resultado de que esas leyes siguen siendo efectivas.
En esta reciente protesta vecinal, que era la enésima en la larga trayectoria de actos y reivindicaciones de las plataformas de vecinos, la Plataforma Barrios Hartos iniciaba una nueva serie de movilizaciones de los vecinos más afectados, por la que un nutrido grupo de vecinos se dirigió a la sede del distrito en Cerro-Amate para pedir al Ayuntamiento la implementación con carácter de urgencia de medidas de contingencia para frenar el impacto de los fallos eléctricos.
Barrios hartos considera que el Ayuntamiento tiene el deber de dar respuesta a la necesidad no cubierta por la Mesa de Trabajo por los cortes de luz, dado que en ninguna de las 3 reuniones anteriores celebradas desde septiembre del año pasado se ha abordado la cuestión central, que compete a las autoridades locales, que es velar por la seguridad y la habitabilidad de todas las zonas de la ciudad sin excepción. Hoy se insiste en que no es razonable que la corporación municipal ante un panorama en que miles de familias trabajadoras viven año tras año con la angustia de no saber si pueden contar con algo tan básico por deficiencias ajenas a ellas no cuente con un plan de emergencia dotado de recursos materiales. Esto es algo reclamado durante muchos meses la dotación de generadores de emergencia, cableado provisional, etc, que garantice unas condiciones mínimas en un escenario de temperaturas que superan los 40º con personas de salud delicada, trabajadores sin el descanso necesario o niños y niñas sin actividades escolar.
Sin embargo, la respuesta del Ayuntamiento de Sevilla fue la de hostigar a los vecinos con cinco furgones de los antidisturbios y el arresto del portavos de la plataforma, que en ese momento se encontraba atendiendo a medios y vecinos que procuraban informarse de los motivos de la protesta. Desde Barrios Hartos se considera que los vecinos están asistidos por la razón y que no tienen más camino que continuar sus movilizaciones con solidaridad y conciencia de clase.