Mercedes García, “Dentro de una bombilla”
Los viernes por la tarde
eran lo mejor de la semana.
Salir del colegio, correr calle arriba,
subir las escaleras
y colarme
entre los brazos de mi madre.
Dos días de fiesta, horas infinitas…
Ninguna obligación escolar
conseguiría apartarme de su lado.
Yo entonces no lo sabía,
pero eso era la felicidad.
Nunca volvió a ser tan sencilla.