Guzmán Villardón
Hola Lorena.
En primer lugar te agradecemos tu disponibilidad para concedernos esta entrevista.
¿Nos haces una pequeña presentación de tu perfil como escritora?
Gracias a vosotros por querer conocer un poco más de mí y mi trayectoria. Llevo unos cuantos años en este mundo de las letras y tengo la suerte de haber podido publicar tres obras: “El ilustrador paciente”, con Valhalla Ediciones, “Cuentos de la Mar”, con Open City, y acaba de salir “La luna a través de la ventana”, con la editorial Cosecha Negra, que es lo que estoy ahora mismo promocionando. Aparte escribo reseñas y he participado en numerosas antologías, tanto con relatos escritos en solitario como a cuatro manos con mi compañero de vida, el escritor Román Sanz Mouta.
¿Qué género es sobre el que más escribes?
Se me conoce por el thriller y la novela negra, de hecho, tanto “El ilustrador paciente” como “La luna a través de la ventana” tienen esa temática. Sin embargo, “Cuentos de la Mar” es un libro escrito en prosa poética, y tengo relatos y alguna novela por ahí que toca desde el costumbrismo hasta el realismo, el terror e incluso el surrealismo más sucio. No me da miedo ningún género, todos me interesan y me encanta explorar con ellos.
¿Publicar por cuenta propia o edición tradicional?
Pues hace poquito autopubliqué un librito de artículos que estuvieron publicándose durante un año en la revista “Lo Desconocido”. El libro se llama “Historias junto a la hoguera”, y se puede encontrar en Amazon. Puedo decir que me parece un trabajo enorme el de la autopublicación, y que prefiero la edición tradicional, pero porque soy de la vieja escuela, no hay más ni menos razones. Hoy en día existen autopublicados con una calidad excelente y obras de editoriales tradicionales que dejan mucho que desear. La calidad no está en entredicho, pero sin embargo prefiero seguir apostando por las editoriales tradicionales.
¿Cómo promocionas tus obras?
De forma muy casera y muy mal, jajajaja. Se me da fatal la autopromoción. Encima soy trabajadora a jornada completa, estudio en la universidad y soy madre de dos peques. Así que tiempo para la promo, el justo. Entre eso y la vergüenza que me da hablar de mis libros (soy lo más opuesto a Umbral que te puedas encontrar) pues la promoción es en Twitter o Instagram… y malamente, como diría Rosalía.
¿Cuántas horas diarias dedicas a la escritura?
¿Diarias? Cuando estoy con la universidad, muchas, pero a las prácticas, jajajaja. Me tengo que poner un horario y normalmente es en fin de semana y cuando logro sacar tres o cuatro horas para mí. Lo de escribir a diario es un don que a mí no me ha sido concedido, por desgracia.
¿Y a la lectura?
Todas las noches un ratico. Pero ocurre igual: en época de examenes, solo leo apuntes. La lectura, para los fines de semana. Ya en vacaciones es otra cosa. Puedo dedicarle tranquilamente unas tres o cuatro horas al día, siempre que no esté con los peques.
¿De dónde parte la idea de escribir un libro?
Supongo que será una respuesta un tanto estándar para los escritores. De algo que tienes dentro, de las historias que bullen en tu cabeza y pelean por salir. A ver, escribir no es fácil. Quizá lo sea para otros, para mí no. Una cosa es tener la novela en tu cabeza, y otra plasmarla, y hacerlo bien. Me tomo la literatura muy en serio y encima tengo el terrible pecado de la autoexigencia. Escribo libros porque es la única forma que tengo de comunicarme libremente, sin las ataduras que te genera la palabra hablada, la relación social imperante e imperativa. Pero cada libro nace de un hecho o decisión diferente, y tiene su momento y lugar, como el amor, como el desamor, como el parto.
¿Nos explicas tu proceso creativo?
No querréis saber el caos… jajajaja. No tengo un proceso creativo, de hecho, ni siquiera me paro a pensar en eso. Si tengo un rato, escribo, si tengo una historia que quiero alargar, la sigo hasta hacer una novela, si es un relato, pues se termina cuando se tiene que terminar. No tengo rituales, ni estrategias, ni planificación… Mi proceso creativo es “ahora” y “ya”.
¿Nos hablas de tus obras y cuál de ellas es la que más impacto ha tenido?
Pues la verdad es que me sorprendió la buena acogida de “El ilustrador paciente”. Ha sido bastante leído y, por suerte, parece haber gustado, sobre todo el personaje de Juan, cosa que me sorprendió mucho, pues yo lo concebí con una idea totalmente distinta a la percepción que la gente está teniendo de él. Me ha dado muchas alegrías este libro, sobre todo la gente que me ha parado en mi pueblo y me ha dicho que lo ha leído y le ha encantado. Eso es como un soplo de aire, un motor para seguir adelante.
¿Cómo valoras la labor de las escritoras en la actualidad?
Aún tenemos mucho camino por recorrer, sobre todo en determinados géneros. Hemos sido denostadas a lo largo de la historia a un papel secundario, y la literatura no iba a ser menos. Autoras de la talla de Shelley, Austen o la española Pardo Bazán han sido excepciones, por desgracia, publicar con nombre de mujer ha sido una utopía en muchas épocas de la historia. Hoy en día la cosa está más igualada, pero aún nos queda mucho que superar, como en todos los ámbitos de la sociedad, con respecto a la desigualdad.
¿Cuál es tu obra más social hasta el momento? ¿Te planteas escribir alguna vez algo de esta temática?
Mi obra más social está escrita, pero aún no publicada. Espero que pueda ver la luz en algún momento, y espero poder hablar de ella largo y tendido.
¿Nos puedes adelantar algo de tu próximo proyecto?
Estoy a tope ahora con “La luna a través de la ventana”, y este verano empezaré un proyecto nuevo, diferente a todo lo que tengo escrito. Lleva varios años rondándome la cabeza y es una astilla que me tengo que sacar. Se tratará de una novela corta, de tono costumbrista, espero dotarla de cierta dosis de humor negro y con bastantes enredos. Cierto homenaje a nuestros autores patrios más clásicos.
Vamos terminando. ¿Quieres comentarnos algo que para ti es importante?
Lo primero, gracias por esta oportunidad. Para los que estamos comenzando y no tenemos grandes canales de visibilidad, este tipo de medios son importantísimos para poder mostrar un pedacito de nosotras.
Lo segundo, que gracias. A ti, al diario, a cada una de las personas que me lee y a las que se lo planteen aunque solo sea un segundo. Gracias por hacerlo posible.
Muchas gracias Lorena por amabilidad. Te deseamos lo mejor y esperamos tu siguiente obra.
