La reunión, que dará comienzo hoy mismo y se extenderá hasta mañana es la primera celebrada, en estos términos, desde 2015. «Es uno de los grandes hitos de la hoja de ruta acordada con Marruecos el pasado mes de abril», ha asegurado el Ministro de Exteriores español José Manuel Albares.
A la reunión acudirán, junto a Pedro Sánchez, una decena de Ministros de ambos países. Se espera alcanzar «al menos un centenar de acuerdos», según Asuntos Exteriores, desde donde aseguran que «es una muestra de la fortaleza de las relaciones bilaterales».
Este cuestionado «fortalecimiento de las relaciones bilaterales» se propicia por el cambio de postura del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos respecto al Sáhara y, por ende, por la violación de los acuerdos alcanzados en la ONU sobre la soberanía de la República Árabe Saharaui Democrática.
Sobre el encuentro de Alto Nivel se ha pronunciado el ex Presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien hemos visto en repetidas ocasiones defender los intereses de Marruecos en diferentes foros proclives a la teocracia, incluido en el propio Marruecos, donde anuncian sus visitas con regocijo.
Zapatero asegura que la reunión «consistirá en la consolidación de esta nueva etapa, la puesta en marcha de un ambicioso programa de cooperación económica y cultural» además, añadía «será una oportunidad para el desarrollo del África subsahariana, que es el gran reto y la gran apuesta». Feliz por la ocasión, el destacado miembro del PSOE señaló «la hermandad muy profunda entre ambas monarquías, que es siempre en beneficio de ambos países».
El Sáhara indignado con la postura del Gobierno de España
Mientras tanto, la parte saharaui cuya soberanía parece decidirse a sus espaldas, se ha mostrado indignada y algunos medios de comunicación saharauis señalan que el Gobierno acude con «la dignidad por los suelos» después de que el Eurodiputado y ex Ministro canario del PSOE, Juan Fernando López Aguilar, asegurase que Marruecos es un socio estratégico» mientras decía «si hay que tragar sapos, se tragan».
Además de la cuestión del Sáhara, encontramos la delimitación de las aguas canarias, asunto aparcado desde hace años por el Gobierno de España sobre el que Marruecos quiere ejercer una posición de predominancia para explotar sus recursos y posibilidades económicas.
También en disputa está la soberanía del Monte Tropic, un volcán sumergido de más de 100 millones de años que alberga una ingente cantidad de minerales estratégicos para la «transición ecológica». Sobre el Monte Tropic, el fondo de la cuestión se encuentra en la distancia a la que se encuentra de la isla canaria de El Hierro, a 250 millas náuticas, por lo que se encontraría fuera de la plataforma continental española, que alcanza las 200 millas.
No obstante, esta plataforma continental puede ser ampliada y así lo solicitó 2014 el Gobierno de España en la ONU, mientras que, para apropiarse los derechos de exploración, explotación, etc, Marruecos decidió ampliarla unilateralmente.
La línea diplomática del Gobierno de España no parece estar encaminada a recuperar terreno en materia de soberanía frente a los intereses de Marruecos, mucho menos a ejercer su papel como potencia administradora del Sáhara de buscar la única salida posible al conflicto, como viene reclamando históricamente el pueblo saharaui: la convocatoria de un referéndum de autodeterminación, tal y como acuerda el compromiso con la ONU.