Solidaridad con Cuba: tomar partido hasta mancharse

0

David Rodríguez Fernández, Responsable de Solidaridad Internacional del PCPV, miembro de Honor de la Fundación Nicolás Guillén y miembro de la Junta Directiva de la Asociación valenciana de amistad con Cuba José Martí. @RodriguezDavito

Este contenido forma parte del especial #EnDefensaDeLaRevolución que desde El Común hemos lanzado para arrojar luz en las tinieblas informativas sobre los sucesos que están ocurriendo en Cuba. Defender la Revolución y su legado, frente a aquellos que hacen uso de la mentira para intentar tumbar un sistema es nuestro granito de arena en esta desigual batalla contra los mass media.

En los momentos difíciles es cuando se definen las actitudes con total claridad. La crisis mundial provocada por la pandemia del COVID 19 también ha llegado a Cuba en estas últimas semanas, a pesar de ser un ejemplo en la gestión de la misma priorizando la vida humana antes que la economía. Además, las consecuencias del bloqueo económico, comercial y financiero de EEUU hacia la isla están afectando directamente a la población, tras 60 años de agresión. En esto contexto, se ha desarrollado la última campaña para desestabilizar el gobierno de la isla. Y precisamente en esta nueva fase de la permanente campaña de acoso y derribo a Cuba, expresar y ejercer el apoyo a la Revolución cubana, a su pueblo y su gobierno, se hace más necesario que nunca. Lamentablemente vemos cómo los discursos de la derecha y la extrema derecha se imponen en la agenda política, a veces con la utilización de dirigentes y cargos públicos y de personajes famosos que utilizan su relevancia mediática para lanzar mensajes equidistantes o directamente a favor de las acciones injerencistas que desconocen la legitimidad del gobierno cubano y la propia realidad de la isla.

Como en todo en esta vida, hay que tomar partido hasta mancharse. Porque el mundo es así, va de elecciones y de acciones que nos definen. Y hay que hacerlo aunque la presión mediática o política sea muy fuerte, ya que la neutralidad equidistante acaba beneficiando siempre al opresor. O peor aun, se acaba asumiendo el mensaje hegemónico impuesto por los dueños de los medios, y escuchando declaraciones tales como que Cuba no es una democracia. No se trata de ser valiente, si no consecuente con las ideas y los principios que te definen, y defender con argumentos que Cuba es una democracia socialista, incluso más avanzada que las democracias capitalistas, por poner un ejemplo. No se puede mirar a otro lado ni abandonar a nuestros aliados. La ignorancia en política es muy peligrosa, como dolorosa es la renuncia y la traición.

El papel de los medios de comunicación en el tratamiento informativo del actual capítulo del manual de guerra cultural aplicado contra Cuba no es nuevo, forma parte de la gran matriz de opinión creada en torno a Cuba que trata de minimizar los éxitos de la revolución cubana mientras que maximiza las dificultades que enfrenta el país, obviando o relativizando el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero que EEUU impone desde hace casi seis décadas a la isla. Es muy cínico ver cómo los mismos medios de comunicación que han pasado de puntillas por los actos de represión policial, con decenas de muertes, en Colombia o Chile, nos hablen ahora de “represión” en Cuba, donde las protestas han sido respondidas, de manera pacífica, por una mayoría que apoya el proceso revolucionario. O que se insinúe que hay desaparecidos, como si se tratase de la dictadura argentina de Videla, la chilena de Pinochet, o la española de Franco. Y los medios de comunicación y las redes sociales también han jugado un importante papel en la creación de este clima de opinión contrario a la revolución y a favor de la injerencia exterior.

Las protestas del fin de semana pasado (que ya no se están produciendo) están asociadas a la crisis de desabastecimiento producto de la conjunción de los efectos de la pandemia con los efectos del implacable bloqueo. Además, está demostrado que ha habido un trabajo en redes sociales desde el exterior, financiado por el propio gobierno de EEUU, que pretende aprovechar la situación para conducirla a una situación de caos y desestabilización política. En Cuba no hay una crisis sanitaria que justifique ninguna “intervención humanitaria”, es más bien una argucia que esconde evidentes fines políticos desestabilizadores. La gestión de pandemia en Cuba está siendo ejemplar, con cifras de contagios y fallecimientos por Covid-19 en la Isla menores a los de otros países del entorno y de Europa, a pesar del grave repunte en lugares como Matanzas.

Además, hay que recordar que Cuba sufre de manera constante agresiones para acabar con su soberanía, desde intentos de invasiones militares y ataques terroristas, hasta esta aplicación de golpe blando que la OEA y EEUU han aplicado ya en varios países latinoamericanos y de oriente medio, con las terribles consecuencias que conocemos de muerte, robo de recursos naturales, corrupción y gobiernos represores al servicio de EEUU.

Con Cuba hay que desarrollar una solidaridad sincera, como la que ya existe en el mundo que ha conseguido, por ejemplo, 4 millones de jeringuillas para apoyar la vacunación en la isla, con cientos de donaciones en el estado español. Y si de verdad queremos ayudar a Cuba, hay que exigir la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero que EEUU impone por más de 60 años a la isla y romperlo de todas las formas posible mientras siga vigente. No se puede negar u ocultar que es la mayor violación de los Derechos Humanos que sufre un pueblo por parte de la mayor potencia militar y económica de la historia, y que EEUU aplica con el objetivo de matar de hambre a todo un pueblo hasta que consiga quitar el actual gobierno y cambiarlo por uno favorable a sus intereses. Esto no se puede obviar, es la piedra angular de esta situación. Es cuanto menos obsceno e inmoral criticar a Cuba de ineficiencia económica mientras se le está estrangulando su economía y al mismo tiempo exigirle cambios políticos según los propios patrones de democracia capitalista de quien le aplica la política criminal. Y eso hacen los EEUU. Y en el estado español son VOX y el Partido Popular, junto con algunos políticos de otras formaciones y algún representante gubernamental, quienes pretenden, sin ninguna autoridad moral, decirle a Cuba cómo deben organizar su economía o su sistema político, sin pronunciarse sobre el verdadero origen del problema.

Es cuanto menos curioso que todo este nuevo episodio de la campaña contra Cuba llega cuando la isla acaba de recibir el respaldo mayoritario de la comunidad internacional, con el voto de 184 países, que exige a EEUU la eliminación del bloqueo a Cuba; cuando las brigadas médicas cubanas Henry Reeve han prestado ayuda en decenas de países y salvado miles de vidas; cuando Cuba desarrolla 5 candidatos vacunales, único país de América Latina en conseguirlo, que permitirá vacunar a toda su población antes de que acabe el año; cuando Cuba recibe solidaridad de las miles de organizaciones de todo el mundo; cuando el presidente de EEUU Biden está definiendo su política hacia la isla. En este sentido, Cuba estaba ganando la batalla de ideas en estos tiempos de coronavirus mostrando ejemplaridad en la gestión de la pandemia, sin dejar a nadie atrás, con un desarrollo biotecnológico y con una solidaridad internacionalista. La crisis del sistema evidenció el fracaso del capitalismo neoliberal en la imposibilidad de garantizar las mínimas condiciones laborales y los derechos básicos de salud, así como la gestión adecuada de la pandemia y del proceso de producción y distribución de vacunas. La percepción que se tiene de Cuba y de EEUU por parte de la opinión pública occidental cambió favorablemente hacia la Cuba socialista tras el papel que están jugando cada uno de los dos países en la gestión de la crisis sanitaria. Por esto mismo, EEUU intenta esconder sus vergüenzas atacando a Cuba precisamente en aquello que lo deja en evidencia una vez más. Y ahora Biden tendrá que decidir qué hace, si ceder ante el chantaje de la mafia de Miami, o cumplir sus promesas electorales y eliminar el bloqueo y recuperar la senda del diálogo y del respeto con Cuba. En definitiva, se trata de contrarrestar la victoria moral que Cuba representa ante la crisis mundial del capitalismo decadente que la pandemia puso en evidencia.

Tras estos sucesos, nos queda la tranquilidad de que el pueblo cubano defenderá su soberanía y de que sumará a todas las personas de buena voluntad a su proyecto histórico de construir una patria con el bien y para el bien de todos, heredera de los mambises independentistas y de los barbudos que hicieron una revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, con el apoyo popular de las generaciones actuales continuadoras de esta utopía anticapitalista llamada Cuba. Y nos queda la seguridad de que Cuba saldrá victoriosa y perfeccionará su socialismo, como así ha decidido el pueblo cubano, dando un ejemplo de dignidad y de alternativa al mundo.

Cuba camina hacia la dignidad plena del ser humano. Martí ya lo expresó a finales del siglo XIX cuando dijo “Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”, y así aparece reflejado en la Constitución de la República de Cuba. Fidel, ya desde los tiempos del yate Granma, actuaba con esta máxima de que nadie se quedara atrás, y sucedió que cuando un revolucionario cayó al agua en plena travesía rumbo hacia la Sierra Maestra, se paró todo para salvar su vida y rescatarlo, antes de proseguir la marcha.

Una vez más, la realidad nos empuja a tomar partido. Hay que optar por el lado de las bombas, los bloqueos, la injerencia y el egoísmo, o por el contrario actuar del lado de la paz, la soberanía, la colaboración internacional y la salud universal como derecho fundamental. Hay que elegir entre la verdad o la manipulación de la posverdad. Hay que decidir si estamos con Cuba o con quienes atacan a Cuba. Hoy más que nunca tomamos partido con Cuba hasta mancharnos y gritamos junto al pueblo revolucionario cubano “¡Biden, escucha al mundo: Unblock Cuba!”, “Patria o Muerte, ¡Venceremos!”

#CubaSalvaVidas
#EliminaElBloqueo

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.