Además de servir de apoyo moral y espiritual para aquellos que sean creyentes, durante esta pandemia mundial provocada por el coronavirus, miles de sacerdotes, monjas y frailes continúan su labor en pro de los más necesitados, en comedores sociales o residencias de ancianos, por poner un ejemplo.
Asimismo, muchos religiosos se han puesto manos a la obra, confeccionando mascarillas hospitalarias y de plástico para el personal sanitario, trabajando a destajo para cubrir aliviar, en la medida de lo posible, la dramática carencia de EPIs que estamos viviendo.