La cultura de los pueblos oprimidos, objetivo oficial militar del imperialismo norteamericano

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El 4 de enero 2020 el presidente Trump afirmó en un tweet que su país atacaría 52 objetivos muy importantes de Irán y especialmente objetivos culturales. El día 5 su secretario de Estado Pompeo desmintió esta amenaza de su jefe que supone un crimen de guerra condenado por la resolución 2347 aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero éste la ratificó en otro de sus desbocados tweets:” si ellos nos torturan porque no vamos a atacar sus objetivos culturales”.

No es secreto el desprecio racista de los imperialistas por los pueblos que atacan y someten. En 1958 el historiador estadounidense Samuel Elliot Morison escribió contra “los pueblos atrasados que…se rebelaban con ferocidad contra los europeos que habían tratado de civilizarlos1. En 1962 una editorial del New York Times bramaba contra el “nacionalismo fanático” del pueblo iraní que había osado nacionalizar su petróleo, apoyar a su presidente Mossadegh y rechazar el golpe de Estado orquestado por la CIA y el M16 británico para saquear ese recurso hidrocarburífero.

Los norteamericanos y anglosajones no sólo desprecian a los pueblos que consideran “inferiores”. También tienen un violento complejo de inferioridad con respecto al patrimonio y pasado histórico brillante de muchos pueblos que tratan de someter. La historia que tienen los norteamericanos es el desembarco de unos fanáticos puritanos ingleses en las colonias británicas americanas creyendo cumplir un sueño bíblico. Marx denunció el salvajismo de “los virtuosos, intachables del protestantismo, los puritanos de la Nueva Inglaterra” que pagaban en 1703 40 libras esterlinas por cada escalpo2 de indio y en 1744 50 libras por cada escalpo de mujer o niño3.

Detestan los acomplejados norteamericanos en particular a las antiguas civilizaciones orientales. Como dice el antropólogo Roger Bastide: “sin duda las civilizaciones orientales no han llegado al mismo nivel de desarrollo técnico que la civilización occidental, pero, por el contrario, han alcanzado un desarrollo de la vida espiritual y del conocimiento metafísico que supera los nuestros4. El historiador británico Hugh Trevor-Roger en 1965 bramaba contra las “tribus cuya única función en la historia…es la de mostrar una imagen de un pasado, que, históricamente ya ha desaparecido”.

Este complejo de inferioridad lo resiente particularmente Donald Trump que ya en 2012 llamó a que el gobierno estadounidense llevase a Irán a la “edad de piedra”, el recurso intimidatorio empleado habitualmente por los generales y gobernantes norteamericanos en contra de los pueblos que les resisten. El secretario de Estado norteamericano James Baker amenazó con “devolver a Irak a la Edad Media”. Realmente en Iraq consiguieron con sus guerras y embargos desde 1991 enviar al país a la “era preindustrial” según confirmaba informe del vicesecretario general de las Naciones Unidas Marti Ahtissari.

Los norteamericanos tardaron 55 años en ratificar la convención de la Haya de 1954 para proteger el patrimonio cultural en caso de guerra. A fines de 2011 Washington cortó su aporte a la financiación de la agencia de la ONU para proteger la cultura, la UNESCO, que perdió el 20 % del total de su presupuesto. En diciembre de 2018 la abandonó definitivamente mostrando su odio profundo al patrimonio cultural ajeno. Porque el suyo, acumulado en parte gracias al saqueo ilegal, lo protege mediante el Código Lieber aprobado en 18635.

Hasta la fecha las tropas norteamericanas destruían el patrimonio cultural de los pueblos sin hacer declaraciones públicas.

Según informe enviado por el gobierno iraquí a la UNESCO la agresión militar norteamericana de 1991 afectó a 13 museos, destruyó a 6 bibliotecas y dañó 8 sitios arqueológicos y edificios monumentales6. Lo peor vino con la invasión de 2003. Las tropas norteamericanas favorecieron el saqueo de museos y sitios arqueológicos cuyos tesoros pasaron a manos de una red de traficantes norteamericanos llamada American Council for Cultural Policy (ACCP) que los vendió a ricos compradores7. Además, la fuerza aérea destruyó los restos de la ciudad más antigua de Mesopotamia, de 6 mil años, de Eridú construyendo encima una base militar.

En 1999 las iglesias y monasterios sirios medievales de Kosovo fueron primero deterioradas por los bombardeos de la OTAN y luego quemados y demolidos por las milicias terroristas de la UÇK bajo autorización de la OTAN como informa el politólogo Mario Dinucci8.

En Siria el ataque imperialista es más refinado, pero igual de agresivo. Los EEUU evaden su responsabilidad en una guerra que ha arrasado con su patrimonio arqueológico y cultural acusando a su creación, el “Estado islámico” formado por mercenarios en gran parte entrenados y armados por los servicios secretos de los EEUU/OTAN llegando al extremo de acusar al “régimen”, es decir al gobierno y ejército árabe sirios en destruirse a sí mismo, es decir a su rico patrimonio9. Un informe de la ONU señala que 300 sitios del patrimonio cultural de este país han sido destruidos, afectados o saqueados10.

En la amenaza de Trump no hay únicamente afán de lucro y codicia, que es una de sus motivaciones malsanas más profundas, ni tampoco expresar el complejo colectivo de inferioridad de su sociedad privada de historia.

Hay algo más y aun peor.

Busca castigar, humillar y destruir la voluntad de resistir del pueblo iraní eliminando su identidad colectiva. Es, como dice el sociólogo Jean Ziegler, convertirlo en “náufragos de la cultura, victimas del capitalismo multinacional y su lógica mercantil11. Un pueblo consciente de poseer una historia tan profunda como la iraní puede “integrarse en un proceso de larga duración, en la cadena de generaciones…No hay desesperación ni miedo excesivo a la muerte de quien se sabe un eslabón de esta cadena. Quien tiene una historia tiene verdaderos lazos con los otros. Produce relaciones verdaderas12 y no sólo dentro de la sociedad iraní sino entre ésta y sus vecinos árabes, turcos, turcomanos, caucásicos, afganos,… y el resto de los pueblos de la Humanidad. El patrimonio cultural material e inmaterial formado por elementos que jamás Trump ni el Pentágono podrán bombardear: su amor por la poesía, sus relaciones familiares, su idioma común y sus múltiples idiomas comunitarios, sus convicciones religiosas que son “fuente de identidad singular, conservatorio de cultura, reservorio de significaciones autónomas, refugio de valores de solidaridad, de reciprocidad, de complementariedad13, su memoria, música, fiestas, ”valores ancestrales14 desembarazados de la manipulación que intentó el Sha y sus asesores occidentales, alimenta el espíritu de resistencia iraní. Esto desespera a los imperialistas cuyos únicos valores son el lucro material, su vana creencia en su superioridad, el narcisismo, el placer inmediato, la “libertad” individualista, la evasión mediante vicios, el disfrute del poder sobre los demás, su “derecho” a emplear la violencia con sus semejantes, sus soluciones psicológicas a su vacío existencial,…

El pueblo iraní que lucha contra el imperialismo apoyado en una “tradición depurada, reactualizada, reinterpretada15 que un rico patrimonio cultural sostiene, está dotado ideológicamente para la lucha nacional y la liberación cultural y social.

1 Citado por Noam Chomsky en su libro La Quinta Libertad, Critica, Barcelona, 1988, p. 260.
2 Cabellera arrancada del cráneo junto con la piel en un acto violento.
3 Carlos Marx, Capitulo XXIV de El Capital, Obras Escogidas, tomo II, Progreso, Moscú, 1976, p. 141.
4 Roger Bastide, Anthropologie appliquée, Stock, Francia, 1998, p.22.
5 Joanne Farchakh Bajjaly, “Frappes contre des sites culturels iraniens: la menace de Trump est definitivement écartée?, L’Orient-le-jour, https://www.lorientlejour.com/article/1202832/sites-culturels-la-menace-de-trump-est-elle-definitivement-ecartee-.html
6 Agustín Municio Díaz, “La destrucción del patrimonio iraquí”, junio 2016, https://www.monitordeoriente.com/20160612-la-destruccion-del-patrimonio-iraqui/
7 Red Voltaire, “La destrucción del patrimonio cultural iraquí”, 2004, https://www.voltairenet.org/article125505.html
8 “Vandales sous bannière OTAN”; 2012, https://www.voltairenet.org/article178103.html
9 Ver el despreciable artículo del sirio Michel Al Maqdissi residente en Francia “La “destruction du patrimoine archéologique syrien”, 2016, https://journals.openedition.org/nda/3476
10 May Makarem, “Opération détruire l’héritage culturel du Moyen-Orient”, 2015, https://www.lorientlejour.com/article/940026/operation-detruire-lheritage-culturel-du-moyen-orient-.html
11 Jean Ziegler, La victoire des vaincus, Seuil, Paris, 1988, pp.242 y 243.
12 Ibídem.
13 La victoire…, óp. cit., p.127.
14 Ídem, p. 227.
15 Ibídem.

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